Los hombres de Kim Jong-un


La misión para asesinar al presidente surcoreano es la más audaz en una península que las ha coleccionado. Fue en 1968. Un comando de la Unidad 124 formado por 31 soldados norcoreanos atravesó la frontera y alcanzó Seúl sin ser detectado tras cubrir 90 kilómetros a pie en un invierno helador que causó amputaciones. Cada uno cargaba con 30 kilos: una metralleta, una pistola, un cuchillo, 320 rondas de munición y 14 granadas. Solo fueron interceptados a un centenar de metros de la Casa Azul y la ensalada de tiros en el centro de Seúl aún es recordada. De aquella Unidad 124 llega medio siglo después el Cuerpo de Tormenta, las fuerzas especiales que Pionyang presta a Putin.

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