«En los próximos días definiremos la hoja de ruta de la campaña», aseguró estos días el copresidente del Partido Socialdemócrata (SPD), Lars Klingbeil. «La candidatura de Olaf Scholz está decidida», insistió su compañera en la cúpula bicéfala, Saskia Esken. Pero la pregunta de por qué la cúpula socialdemócrata no ha oficializado aún la candidatura de Scholz, si está tan claro, persigue a la formación. En paralelo crece día a día el debate en torno a un relevo a favor del ministro de Defensa, Boris Pistorius, mejor valorado por el ciudadano. A tres meses de los comicios anticipados, el SPD está atascado en el tercer puesto en los sondeos. Su intención de voto está ahora en el 15%, menos de la mitad que el bloque conservador de Friedrich Merz, con un 33%, y tres puntos por debajo de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).
En los medios alemanes se cruzan apuestas acerca de cuándo se disiparán las dudas y a favor de quién. La convocatoria de una reunión de la cúpula, en formato virutal y programada para última hora del martes, disparó titulares dando por hecho que ahí se adoptarán decisiones, sin esperar al regreso de Scholz de la cumbre del G20 de Rio de Janeiro. Desde Brasil, el propio canciller trató de quitar hierro a esa reunión, que calificó como «de rutina», en declaraciones a la televisión pública Ard.
Scholz ha respondido afirmativamente cada vez que se le ha preguntado si optará a la reelección. Y, desde el colapso de su coalición con verdes y liberales, la pregunta se le ha planteado a diario, también en sus comparecencias ante medios alemanes desde Brasil. Pistorius, por su parte, también responde que el candidato ‚natural‘ es Scholz en cualquiera de sus múltiples comparecencias de estos días. En una de ellas, el lunes, de pronto admitió que ‘en política, nada es descartable’.
Está claro que no todo el mundo en la familia socialdemócrata está de acuerdo en que sea Scholz el elegido o al menos no cree que deba ser designado por puro automatismo. El sensacionalista diario ‘Bild’ apuntaba a una ‘revuelta’ contra Scholz en delegaciones regionales, como la del populoso e influyente ‘land’ de Renania del Norte-Westfalia. Parece que la situación es similar en el próspero Baden-Württemberg.
¿Qué habla a favor del ministro?
La próxima fecha propicia para entronizar al candidato es el 30 de noviembre, en un evento bautizado como «Conferencia de Vencedores». La cúpula insiste en que la ratificación se producirá en el congreso del partido del próximo 11 de enero. Para entonces faltarán apenas seis semanas para las elecciones anticipadas, convocadas para el 23 de febrero.
El resto de los partidos en liza tiene aclarada su candidatura. El bloque conservador designó hace semanas a Friedrich Merz; los Verdes eligieron el domingo con un 96 % de los votos al ministro de Economía Robert Habeck; por la ultraderechista AfD concurrirá su presidenta, Alice Weidel, mientras que por la izquierda populista lo hará única líder, Sahra Wagenknecht.
Boris Pistorius, de 64 años, se convirtió en ministro de Defensa en enero de 2013. Era la apuesta de Scholz para activar la ayuda a Ucrania y poner al día el ejército alemán, tras décadas de recortes. Saltó así de la posición de titular de Interior regional en el ‚land‘ de Baja Sajonia a un cometido de primer rango y en un momento álgido.
Su valoración se ha disparado en ese relativamente corto margen de tiempo. Transmite energía y determinación, exactamente lo contrario de lo que le ocurre a Scholz. Un 18 % de los ciudadanos considera que corresponde al canciller ser el candidato, mientras que un 64 % prefiere a Pistorius, según una encuesta reciente de la cadena de televisión RTL. Interesante es también que, según el portal Politico, del poderoso grupo Springer, el propio Merz prefiere a Scholz como rival que a Pistorius.
¿Por qué insistir en Scholz como candidato?
Un cambio de candidato implica un riesgo, que se acentúa cuanto más se tarda en tomar esa decisión. Esa es la opinión dominante en Berlín tras lo ocurrido en EEUU. Supuestamente, la demora del presidente Joe Biden en decidirse hasta dejar paso a Kamala Harris favoreció una victoria tan abultada como la que obtuvo Donald Trump.
El SPD sigue confiando en la capacidad de Scholz para remontar sondeos adversos. El canciller suele recordar que seis meses antes de las elecciones de 2021 se le pronosticaba una derrota contundente y una intención de voto del 15 %, como ahora. Alcanzó la cancillería tras alzarse con un 25,7 % de los votos. Su situación de partida er; sin embargo,o distinta. Lanzó su candidatura siendo aún ministro de Finanzas y vicecanciller en la última gran coalición de Angela Merkel. Ello le dio un perfil de ‚continuador‘ de la canciller pese a pertenecer a familias políticas rivales. El candidato conservador era entonces Armin Laschet, un aspirante poco sólido que además cometió varios deslices en campaña. Friedrich Merz es un político de calibre y su ventaja en los sondeos parece insalvable.