La coalición insurgente siria liderada por el grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS) e integrada por rebeldes apoyados por Turquía ha anunciado este sábado que han tomado el control de la ciudad Homs, algo que el jefe del grupo islamista Hayat Tahrir al-Sham ha calificado de “histórico”. Las fuerzas rebeldes se encuentran en la periferia de la capital de Siria, Damasco. Pocas horas antes ya han informado que habían tomado el control de la ciudad de Al Sanamayn, en el norte de la provincia sureña de Daraa y a unos 50 kilómetros del sur de la capital.
«Nuestras fuerzas han comenzado la fase final de cercar la capital, Damasco», afirmó el comandante rebelde Hasan Abdel Ghani, que forma parte de la alianza liderada por HTS, responsable de perpetrar la fulgurante ofensiva la semana pasada. Poco tiempo más tarde, el ministro de Interior sirio, Mohamed al Rahmun, declaró en televisión que Damasco está blindada por un «cordón militar» y aseveró que éste no se podría saltar. «Nadie (…) puede penetrar esta línea de defensa que nosotros, las fuerzas armadas, estamos levantando«.
Por su lado, la oenegé Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) sí han confirmado que las fuerzas gubernamentales perdieron en las últimas horas el control de la provincia de Daraa, en el sur, y evacuaron posiciones en Quneitra, cerca de los Altos del Golán anexados por Israel. La captura de Deraa es muy simbólica, dado que ahí fue donde comenzaron en 2011 las revueltas populares que se extendieron en todo el país en el marco de la llamada ‘Primavera Árabe’.
El gobierno niega una huida de Asad
Mientras la ofensiva sigue avanzando y ganando territorio de forma abrupta, la presidencia siria ha taponado este mismo sábado los rumores acerca de la hipotética huida del Bachar Al Asad, negando que el jefe del país haya abandonado la capital, pero sin dar más detalles. Al mismo tiempo, el Ministerio de Defensa también desmintiendo rotundamente que el ejército hubiera abandonado sus posiciones cercanas a la ciudad y ha denunciado que hay versiones «infundadas» acerca de esta cuestión.
La tensión se ha apoderado de las calles de la capital fruto de la indignación y la rabia por la escalada del conflicto. En un suburbio de Damasco de mayoría drusa y cristiana, decenas de manifestantes derribaron una estatua de Hafez al Asad, padre y predecesor del actual presidente sirio, según recoge la agencia AFP a partir de la versión de dos testigos.
La misma empresa de información explica que «la situación es difícil de verificar de forma independiente«. Colaboradores de AFP están en zonas controladas por los rebeldes, pero la agencia no tiene en estos momentos reporteros cerca de Damasco, donde aseguran estar.
Un ataque masivo
En poco más de una semana, la alianza ha logrado controlar las ciudades de Alepo y Hama, ambas capitales provinciales. No obstante, el Ejército sirio anunció que lanzaron ataques terrestres y aéreos, junto a su aliada Rusia, contra grupos de «terroristas» tanto en la periferia de las provincias de Hama como de Homs, en el centro de Siria.
La coalición opositora se encuentra a las puertas de la ciudad de Homs y, en caso de controlarla, aislaría aún más a Damasco, que no podría tener conexión terrestre con la costa mediterránea.