El presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva hizo público su ferviente deseo que la demócrata Kamala Harris gane las elecciones de Estados Unidos. Una relación personal con Joe Biden y su propia mirada del mundo lo llevan a pensar en que, si Donald Trump se impone en las urnas lo que vuelve a la Casa Blanca es «el fascismo y el nazismo» aunque con «otra cara».
Lula será el anfitrión del G20 en Río de Janeiro, el 18 de noviembre. Para entonces se supone que habrá quedado develado el nombre del futuro presidente de los Estados Unidos. A pocas horas de la contienda, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) redobló su apuesta por la aspirante demócrata, aun a sabiendas de que el resultado puede ser impredecible.
«Creo que, si Kamala gana las elecciones, será mucho más seguro para nosotros fortalecer la democracia en los Estados Unidos. Mucho más seguro. Ya vimos cómo era el presidente Trump al final de su mandato, haciendo ese ataque al Capitolio, algo impensable en EEUU, que se presentaba al mundo como un modelo de democracia. Y ese modelo se ha derrumbado», dijo Lula a la cadena francesa TF1.
El mandatario suele ser reticente a opinar sobre situaciones en otros países, un pudor que apenas ha roto en lo que respecta a la cuestión venezolana que ha dañado los vínculos bilaterales y personales que tenía con Nicolás Maduro debido a su negativa a presentar las actas que validen su victoria en los comicios.
La coyuntura norteamericana, con su alto grado de polarización, lo ha llevado a un nivel de locuacidad poco frecuente. «Ahora tenemos odio destilado cada día, mentiras, no sólo en Estados Unidos, en Europa, en América Latina, en muchos países del mundo. Es el fascismo y el nazismo actuando de nuevo con un nuevo rostro».
Expectativas de la ultraderecha
«Como amante de la democracia, lo más sagrado que podemos construir los seres humanos para gobernar bien nuestro país, obviamente estoy apoyando a Kamala para que gane las elecciones», enfatizó el líder brasileño. No obstante, remarcó que su país tratará de establecer los mejores vínculos posibles con quien resulte elegido en Estados Unidos.
La influencia del trumpismo en América Latina tuvo su primera huella en Brasil con el ultraderechista Jair Bolsonaro. Como en una carrera de relevos, esa antorcha de la intolerancia la lleva ahora en sus manos el argentino Javier Milei, con quien Lula tiene una relación muy distante.
El bolsonarismo, en tanto, confía en la victoria de Trump y el efecto de propagación del ideal más conservador en la región. «Estamos apoyando a Trump… Cuando salió (de la presidencia), miren en qué desgracia se convirtió el mundo«, dijo días atrás el expresidente. Bolsonaro aprovechó la circunstancia para criticar a Lula por aliarse con «dictaduras» como China y Rusia y por «golpear» a Israel, al que llamó «nación amiga».
A la vez, el excapitán del Ejército, respaldó a la brasileña que vive en Estados Unidos y que, durante un evento de campaña de Trump en un restaurante de la cadena McDonald’s, le pidió al magnate que impida que ese país en el que decidió residir «se convirtiera en un Brasil».
Un eventual triunfo del candidato republicano podría tener una inmediata repercusión en Brasil: el crecimiento de los pedidos de amnistía en favor de los que intentaron derrocar a Lula el 8 de enero de 2023 y, especialmente, que se levante la suspensión que pesa contra Bolsonaro para presentarse a cargos electivos hasta 2030. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) le aplicó el año pasado esa sanción por haber puesto en duda la transparencia de la contienda de 2022, cuando estaba en el poder y aspiraba a ser reelecto frente a un ascendente Lula.