«Lo repito aquí ante vosotros: el presente y el futuro del Sáhara Occidental se enmarca en la soberanía marroquí», ha manifestado Emmanuel Macron en su discurso dirigido este martes al Parlamento de Marruecos. Una frase acompañada de un largo aplauso de los diputados en pie. Son las palabras con la que el dirigente francés y Marruecos han dado por cerrado tres años de disputas diplomáticas y han establecido las bases para escribir «un nuevo libro» en las relaciones de ambos países. Una amistad, con los votos renovados, que ha empezado con una vista de tres días de Macron a Rabat y la firma de numerosos acuerdos. Un viaje que llega seis años después, de la última vez que Macron estuvo en Marruecos.
En los cuarenta minutos de alocución del presidente francés, ha repasado la historia de ambos países, incluso ha hecho referencia a la «violencia» del periodo colonial. También ha defendido el papel de Mohamed VI durante su cuarto de siglo de reinado y la «oportunidad histórica y estratégica» de la cooperación entre ambos estados. Ha expresado que sus palabras de apoyo a la soberanía marroquí sobre el Sáhara «permite abrir una nueva página» en las relaciones entre París y Rabat y ha adelantado que las empresas francesas «acompañaran en el desarrollo de este territorio».
Macron también ha anunciado que el monarca marroquí ha aceptado una invitación para visitar París y firmar un nuevo cuadro estratégico entre ambos países. Educación, economía, cultura y migración también han sido temas que el dirigente ha abordado, además de pedir un alto al fuego en Gaza y en Líbano. Un discurso que, una vez terminado, las televisiones marroquíes no han dudado de calificar de «histórico». En Rabat consideran que el paso dado por el Eliseo sobre el Sáhara tiene un peso importante, ya que Francia forma parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Recibido a pie de pista
El presidente francés fue recibido el lunes en la capital marroquí por todo lo alto. La bandera tricolor lucía, junto a la marroquí, en las principales calles del centro de la capital. Mohamed VI lo esperó a pie de pista y juntos recorrieron en coche la ciudad, saludando a los centenares de personas que se congregaban en un lado y otra de las avenidas por las que pasaron. Muchos curiosos, otros llegaron en buses de poblaciones cercanas. Una vez en el Palacio Real, ambos firmaron una declaración para «reforzar» la alianza entre países y consolidar la cooperación en diferentes temas y sectores estratégicos.
El presidente francés llegó a Rabat acompañado de su esposa, Brigitte Macron, y de una delegación de 122 personas, entre ellos, nueve ministros. El príncipe heredero, Moulay El Hassan y su hermana pequeña, también participaron en la recepción. Los ministros de ambos países fueron los encargados de firmar hasta 22 acuerdos. Más allá del ámbito político, la visita también ha servido para sellar pactos comerciales para empresas francesas, como Alstom, que va a ser el «licitador preferente» para encargarse de los trenes de la nueva línea de alta velocidad entre Kenitra y Marrakech, según ‘Le Monde’. En total, son 10.000 millones de euros en inversiones, que también incluyen otros sectores como infraestructuras eléctricas e hídricas, además de las energías renovables.
Punto de inflexión
El objetivo de esta visita era sellar y escenificar una nueva etapa y dar por cerrado los casi tres años de desencuentros diplomáticos. El punto de inflexión fue la carta de Macron a Mohamed VI hace tres meses, en la que defendió que la solución para el Sáhara Occidental «se inscribe en el marco de la soberanía marroquí», además de defender el plan de autonomía que propone Rabat como «la única base para alcanzar una solución política justa, duradera y negociada, conforme a las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas». Con esta misiva, Marruecos paso página y empezaron los preparativos para la visita de Macron a Rabat.
El acercamiento entre Rabat y París también supuso el inicio de una crisis diplomática con Argelia, que mostraron su enfado por el paso dado por Macron y decidieron retirar a su embajador en Francia. También el rechazo del Frente Polisario, que defiende un referéndum de autodeterminación para este territorio.