Dos partidos de la oposición en Corea del Sur han presentado este miércoles una moción de censura contra el presidente Yoon Suk Yeol por su intento de imponer la ley marcial. Para forzar su dimisión hace falta una mayoría de dos tercios de la Asamblea Nacional, una cifra que les obligará a contar con votos de miembros del partido del dirigente. De aprobarse, la destitución debería ser ratificada después por el Tribunal Constitucional surcoreano, lo que abriría la puerta a la celebración de nuevas elecciones presidenciales en un plazo de 60 días.
Sin embargo, el Tribunal Constitucional se encuentra en una situación problemática, pues tiene vacantes, una situación que podría encallar el caso. «No tienen suficientes jueces para juzgar el caso. Así que esto está entrando en una especie de zona gris o limbo jurídico», ha explicado Daniel Pinkston, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Troya, en declaraciones a SkyNews. «No sé cómo van a resolverlo».