Los devastadores incendios que están afectando la ciudad de Los Ángeles avanzan a gran velocidad, causando graves destrozos a su paso. Bomberos de muchas regiones de los Estados Unidos, junto a otros profesionales llegados de países como México, trabajan sin descanso tanto para evitar que las llamas avancen y conquisten más territorio como para intentar apagar por completo zonas ya quemadas y evitar que el viento reavive las llamas.
Un nuevo plan
Recientemente, las autoridades del condado afectado han desplegado un recurso ampliamente utilizado contra el fuego, pero que genera preguntas sobre su composición y sus posibles efectos adversos.
Se trata de el Phos-Check, un conocido retardante químico de color rojo brillante, aprobado por el Servicio Forestal de los Estados Unidos, que ha sido arrojado desde aviones cisterna sobre áreas residenciales, vehículos, calles y vegetación como último recurso para evitar el avance del fuego.
El funcionamiento
El Phos-Check está compuesto principalmente por sales, como fertilizantes agrícolas y óxido de hierro, que alteran la manera en la que el fuego consume las plantas. Según Perimeter Solutions, el fabricante, el calor del incendio activa los componentes del retardante y este impide que la celulosa de las plantas alimente las llamas. En su lugar, causa una reacción que emite vapor de agua, hecho que enfría el fuego y reduce su intensidad.
Aparte, esta reacción química crea una capa de carbono negro que aísla y limita el flujo de aire hacia los elementos que puedan haber quemado igualmente. Este efecto evita la propagación de las llamas.
Su color rojo característico está causado por el óxido de hierro. Este no tiene una función concreta a la hora de tratar con el fuego, sino que sirve para facilitar la visibilidad del material desde el aire, con el objetivo de saber las zonas que ya han sido tratadas.
Consecuencias
El Phos-Check ha sido aprobado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, aunque sigue generando inseguridad y dudas entre los naturalistas sobre sus posibles efectos nocivos.
El Servicio Forestal informa de que el color del producto se desvanece con el tiempo debido a la interacción con distintos factores ambientales, como el viento o la lluvia, y puede desaparecer sin dejar rastro en cuestión de meses.
Como precaución, se exige mantener el producto alejado más de 90 metros de los cursos de agua para evitar daños a la fauna y la flora, a pesar de que en California no se han detectado sustancias nocivas ni metales tóxicos en el retardante.