El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha pedido perdón a su homologo azerí, Ilham Aliyev, porque el siniestro del avión Embraer 109 de Azerbaijan Airlines ocurrió en territorio ruso, aunque en ningún momento ha admitido responsabilidad en un hipotético derribo del aparato, como dejó entrever ayer la Casa Blanca.
El día de Navidad, un avión modelo Embraer 190 de Azerbaijan Airlines que cubría la ruta Bakú-Grozni se estrelló a tres kilómetros del aeropuerto de la ciudad kazaja de Aktau, dejando 38 muertos y 29 heridos, la mayoría de ellos de gravedad.
Apenas transcurridas un par de horas de vuelo, el avión solicitó aterrizar de emergencia. Debido a la espesa niebla en Grozni, fue desviado primero a Majachkalá, en el Daguestán ruso, y después a Aktau, donde finalmente se estrelló.
Putin ha estimado que aviones no tripulados ucranianos estaban atacando la región rusa de Grozni, donde el avión intentó aterrizar en varias ocasiones poco antes del siniestro.
«En ese momento, Grozni, Mozdok y Vladikavkaz fueron atacados por vehículos aéreos no tripulados de combate ucranianos, repelidos por el sistema de defensa de Rusia», de acuerdo con el comunicado del Kremlin.
Actualmente dos empleados de la Fiscalía General de Azerbaiyán se encuentran en Grozni, donde trabajan junto con representantes de la Fiscalía General y del Comité de Investigación de la Federación de Rusia.
Los servicios pertinentes de Rusia, Azerbaiyán y Kazajstán cooperan estrechamente en el lugar del desastre, cerca de la ciudad de Aktau.