El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha prohibido este sábado por ley la adopción de niños rusos a ciudadanos procedentes de países donde está permitido el cambio de sexo, entre ellos España.
En virtud de la ley promulgada el sábado por Putin, se impedirá adoptar a los ciudadanos de países que permiten el cambio de sexo a través de tratamiento médico, incluya o no una operación quirúrgica, o del cambio del género en los documentos de identidad.
«Tenemos que proteger a los pequeños que no pueden protegerse a sí mismos», ha dicho el presidente de la Duma o cámara de diputados rusos, Viacheslav Volodin, cuando los parlamentarios han aprobado la ley que «tiene como objetivo (…) excluir cualquier posibilidad de adopción de niños rusos por parte de representantes de las comunidades LGBT«.
Volodin ha mencionado a doce países, entre ellos Italia y España, que en su momento lideraron el número de adopciones de niños rusos, pero también Alemania, Bélgica o Suiza, por permitir el cambio de sexo entre los menores de edad, política que ha tachado de «funesta».
«Un extranjero que ha adoptado a un niño ruso puede, después de regresar al territorio de su país, cambiar el sexo, pero lo peor es que puede cambiarlo también al niño adoptado», ha aseverado.
En septiembre pasado, la vicepresidenta de la Duma, Anna Kuznetsova, reveló que las adopciones por parte de extranjeros habían cesado por completo después de adoptar más de 100.000 menores rusos durante los anteriores 30 años.
Las autoridades rusas comenzaron a endurecer en 2011 los requisitos de adopción para los países que habían legalizado el matrimonio homosexual y a los que obligaron a firmar convenios bilaterales.