«Más ayuda militar, y menos debates sobre cómo debería ser un proceso de paz«, espetó este martes el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ante las preguntas sobre su postura respecto a la petición del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que se abrió a una tregua siempre y cuando la alianza garantice la seguridad de los territorios controlados por su Ejército.
Zelenski quiere compromisos concretos de la OTAN en materia de seguridad, más allá de los acuerdos bilaterales que Ucrania ha establecido con los distintos países para lograr ciertas garantías. «Si queremos» detener la guerra, alegó el presidente, «necesitamos poner bajo el paraguas de la OTAN al territorio que mantenemos bajo nuestro control». También pidió acelerar el proceso de entrada en la organización.
Pero ni lo uno ni lo otro parece encontrar respaldo en la alianza. Rutte evitó pronunciarse directamente sobre la petición de Zelenski, casi imposible de asumir para los aliados, cuyos ministros de Exteriores se reúnen este martes y miércoles en Bruselas. La presencia de soldados de la OTAN en Ucrania supondría a ojos de Rusia una escalada, y no parece que los países estén dispuestos a correr ese riesgo.
Y aunque «el camino hacía la OTAN es irreversible», tal y como se comprometieron los aliados durante la cumbre de julio en Washington, Kiev todavía no es miembro, y muy probablemente no lo será mientras dure la guerra. «En lo que nos tenemos que concentrarnos es en lo que hace falta ahora: y lo que hace falta ahora es ayuda militar», aseguró el holandés en una rueda de prensa previa a la reunión.
Rutte parafraseó a Zelenski que, al inicio de la guerra, en respuesta a las ofertas para ayudarle a abandonar el país, respondió que no necesitaba que le llevaran a ningún sitio sino munición. «Ucrania no necesita más ideas sobre cómo podría ser un proceso de paz», alegó el secretario general de la OTAN, «sino que tenga todo lo que necesita para estar en una posición de poder cuando esas conversaciones de paz empiecen, cuando el Gobierno ucraniano esté listo».
Una cuestión de seguridad internacional
“Putin no está interesado en la paz. Está presionando, tratando de tomar más territorio. Porque cree que puede romper la determinación de Ucrania. Y la nuestra. Pero se equivoca”, dijo Rutte, antes de añadir: «Ucrania tiene derecho a defenderse. Y nosotros tenemos el deber de ayudarles. Así que tenemos que continuar con nuestro firme apoyo».
El secretario general destacó en este sentido los compromisos recientes de aumentar la ayuda militar por parte de Estados Unidos, Alemania, Suecia, Estonia, Lituania y Noruega. «Es una gran noticia», dijo.
Rutte habló sobre su reunión la pasada semana con el futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El secretario general no dio detalles sobre la posición de Trump pero dijo que la discusión entre ambos estuvo centrada en la necesidad de aumentar la inversión en defensa, más allá del compromiso del 2% del PIB que marca la alianza. «Tenemos que hacer más», defendió Rutte que alegó que con ese 2% la capacidad de disuasión de la OTAN no será suficiente. El refuerzo de las capacidades pasa también por reforzar la industria de la defensa.
Para Rutte, una paz estable y duradera en Ucrania es una cuestión de seguridad internacional y así se lo transmitió a Trump. «Cuando hablamos de Ucrania, tenemos que hablar de que Rusia, China, pero también Irán y Corea del Norte… están trabajando juntos y Rusia está pagando por esto», alegó.
«Un buen acuerdo»
El secretario general también defendió que un acuerdo de paz para Ucrania tiene que ser «un buen acuerdo» para no dar ideas a los «Kim Jon-Uns y Xi Jinpings». E insistió, «esto es crucial para nuestra defensa, no solo aquí en Europa sino también en Estados Unidos, el Pacífico, y el Atlántico». Al Rutte le preocupa en particular la presencia de soldados norcoreanos en el conflicto. «La intervención de Corea del Norte en esta guerra ayudando a los rusos implica una enorme escalada. Y es una amenaza no solo para Ucrania sino también la república de Corea del Sur, Japón y también Estados Unidos», insistió, al tiempo que destacó el fortalecimiento de las alianzas de la OTAN con los países del Pacífico.
Durante la reunión que se celebra entre este martes y miércoles en Bruselas, los ministros de Exteriores abordarán, además de la ayuda a Ucrania, la necesidad de mejorar la preparación y la respuesta ante los intentos de sabotaje a infraestructuras críticas. En la reunión participan la recién confirmada nueva jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, y el ministro de Exteriores ucraniano, Andrii Sybiha. Los aliados también se reunirán con el rey de Jordania.