La obsesión de Donald Trump, con Groenlandia está empezando a encender alertas en la otra orilla del Atlántico. Especialmente después de que este martes el republicano no descartase el uso de la «coerción militar o económica» para obligar a Dinamarca a vender esta isla. Los dos principales países de la Unión Europea (UE), Alemania y Francia, han censurado este miércoles lo que han considerado una actitud «imperialista» y han subrayado que Groenlandia es un territorio autónomo danés y, como tal, parte de la UE y de la OTAN, mientras la actual Administración estadounidense ha considerado que la anexión de la isla «no es una buena idea» y «no se va a producir».
El canciller alemán, Olaf Scholz, ha recordado a Trump que la «inviolabilidad de las fronteras» es un principio a respetar «también por los países más poderosos». «He abordado la situación con otros socios europeos de la OTAN y coincidimos en que las fronteras no pueden alterarse por la violencia», ha asegurado Scholz, en una breve comparecencia, convocada en medio de la alerta creada por las declaraciones del presidente electo, que tomará posesión del cargo en poco más de 10 días.
Scholz ha recordado que, en plena Guerra Fría, Occidente y el bloque soviético acordaron que las fronteras no se podían modificar a través de la violencia. Con la invasión rusa de Ucrania, en 2022, Moscú infringió este principio y tanto Alemania como el resto de aliados occidentales, ha destacado el canciller, respondieron de inmediato a la agresión «para proteger la soberanía y la integridad de Ucrania y el principio de la inviolabilidad de las fronteras», el cual «está vigente y en la base del orden de paz».
Entre los colegas europeos con los que ha abordado la cuestión ha observado, prosiguió, «una clara inquietud por las declaraciones actuales procedentes de Estados Unidos», añadió, aunque sin mencionar expícitamente ni a Trump ni a Groenlandia. «Una actuación así entre aliados de la OTAN no tiene precedentes y, de producirse, sacudiría la seguridad occidental», ha zanjado.
En París, el ministro francés de Exteriores, Jean-Noël Barrot, se ha mostrado convencido de que EEUU no acabará invadiendo Groenlandia, pero ha instado a la UE a «despertar» y ser consciente de que entramos en una época de «la ley del más fuerte«.
En una entrevista a la emisora France Inter, Barrot ha considerado que Europa «es un gran continente que constituye el primer mercado del mundo y que debe afirmar sus principios y sus valores», antes de subrayar que Groenlandia forma parte de Dinamarca y por tanto es un territorio de la UE.
El jefe de la diplomacia francesa ha considerado que los Veintisiete no deben dejarse intimidar, sino «despertarse, reforzarse» también en el terreno militar. «Está descartado que la UE deje a otras naciones del mundo, sean las que sean y empezando por Rusia, que ataquen sus fronteras soberanas. Somos un continente fuerte, tenemos que reforzarnos más, tenemos que despertar», ha insistido.
Por su parte, la portavoz del Gobierno francés, Sophie Primas, ha calificado de «forma de imperalismo» las amenazas de expansión de Trump sobre la isla. «Más que nunca, junto con nuestros socios europeos, debemos tomar conciencia, alejarnos de la ingenuidad, protegernos, rearmarnos», ha abundado, en la misma línea que el titular de Exteriores.
El Gobierno francés y, sobre todo el presidente, Emmanuel Macron, están multiplicando en las últimas semanas los mensajes en dirección de los otros socios de la Unión Europea para asumir directamente su defensa, reduciendo su dependencia de Estados Unidos en la OTAN.
La Comisión Europea, por boca de dos portavoces, ha considerado que las afirmaciones de Trump sobre la isla atlántica son algo «altamente hipotético» y ha recordado que el artículo 42.7 del Tratado de Lisboa sobre la defensa mutua de los países de la UE también se aplica al territorio de Groenlandia.
Réplica de Dinamarca
Tras las declaraciones de Trump, la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, dijo el martes que no podía imaginar que las ambiciones de Trump acabasen desembocando en una intervención militar estadounidense en Groenlandia.
Dinamarca es responsable de la seguridad y defensa de Groenlandia, pero sus capacidades militares allí se limitan a cuatro buques de inspección, un avión de vigilancia Challenger y patrullas con trineos tirados por perros.
Sobre la amenaza de aranceles, Frederiksen replicó que una guerra comercial con Estados Unidos no es una buena manera de avanzar. Dinamarca es el hogar de Novo Nordisk, la empresa más valiosa de Europa, que fabrica el fármaco para adelgazar Wegovy, que se ha vuelto muy popular en Estados Unidos.
El ministro de Exteriores danés, Lars Lokke Rasmussen, ha asegurado que el país está «abierto al diálogo» con Estados Unidos para salvaguardar sus intereses en el Ártico pero ha llamado a Trump a la calma. Rasmussen ha admitido que el derretimiento del hielo y la apertura de nuevas rutas marítimas en esta zona han provocado una «creciente rivalidad entre las grandes potencias», con presencia de China y Rusia. «Es legítimo que EEUU y la OTAN, y por lo tanto también el Reino de Dinamarca, sean conscientes de esto, (…) pero no necesariamente tienes que decir en voz alta todo lo que piensas», ha agregado.
«No va a suceder»
En rueda de prensa desde París, el secretario de Estado de EEUU saliente, Antony Blinken, ha intentado quitar hierro a las declaraciones de Trump. «La idea expresada sobre Groenlandia obviamente no es buena, pero quizás lo más importante es que obviamente eso no va a suceder», ha afirmado Blinken.
Convencido de que Estados Unidos es «más fuerte» y «más eficaz con (sus) aliados», en este caso europeos, Blinken ha instado a la Administración entrante a «no hacer cosas que puedan alienarlos».