- Author, Anne Soy y Natasha Booty
- Role, BBC News
Se teme que al menos 150 personas, entre ellas 35 niños, hayan muerto en una matanza perpetrada en un pueblo del centro de Sudán, atribuida a las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés), el grupo paramilitar que lucha contra el ejército.
Los grupos armados rivales llevan más de 13 meses disputándose el control del país.
Las RSF no ha comentado sobre las acusaciones, pero el jueves se jactaron de haber atacado dos posiciones del ejército.
Las imágenes que circularon por las redes sociales tras la redada del miércoles mostraban decenas de cadáveres envueltos en sudarios blancos preparados para ser enterrados en Wad al-Nourah, en el estado de Gezira.
Ese video fue filmado por activistas de un comité de resistencia vecinal, que forma parte de una red de grupos locales de todo el país que respaldan el retorno de un gobierno civil.
El Comité de Resistencia de Madani declaró que ahora está «a la espera de que se confirme el número de muertos y heridos».
Según Unicef, 35 niños murieron en el ataque y más de 20 resultaron heridos. La directora ejecutiva de la agencia, Catherine Russell, describió las escenas sobre el terreno como devastadoras.
«Este es otro sombrío recordatorio de cómo los niños de Sudán están pagando el precio de la brutal violencia», afirmó Russell en un comunicado.
En el último año, miles de niños han muerto o han resultado heridos, más de cinco millones se han visto obligados a abandonar sus hogares y otros han sido reclutados, secuestrados y violados, según Russell.
Las circunstancias de los asesinatos del miércoles siguen sin esclarecerse; se afirma que la aldea fue atacada dos veces por los combatientes de las RSF ese día.
Hafiz Mohamad, del reconocido grupo de derechos humanos Justice Africa Sudan, dijo a la BBC que todavía hay muchas más personas desaparecidas, pero que era «difícil contar a todos los muertos» porque «elementos de las RSF siguen saqueando alrededor de la zona».
El gobierno militar de Sudán ha instado a la condena internacional del atentado en Wad al-Nourah.
El ministro de Relaciones Exteriores de Reino Unido, David Cameron, condenó el «asalto a personas inocentes» y culpó a las RSF en un mensaje publicado en X.
«Las RSF debe poner fin a estos ataques», escribió Cameron. «El mundo está mirando. Los responsables tendrán que rendir cuentas».
Dos hombres «acabando con su país»
Las RSF tomó control del estado de Gezira, al sur de la capital, Jartum, en diciembre y han sido acusadas de cometer numerosos abusos contra la población civil, algo que niegan.
Mientras tanto, continúan los intensos combates entre las RSF y el ejército en El Fasher, una ciudad de Darfur situada al oeste del país.
Se calcula que en todo el país han muerto más de 15.000 personas desde que comenzó el conflicto en abril de 2023.
Varias rondas de conversaciones de paz no han logrado poner fin a la guerra, que comenzó cuando los dos generales que dirigían el ejército y las RSF se enemistaron.
Las agencias de la ONU afirman que los combates han desencadenado la mayor crisis de desplazados del mundo y que, como consecuencia, millones de personas se enfrentan a una catástrofe de hambre.
Martin Griffiths, Subsecretario General de la ONU para Asuntos Humanitarios, declaró esta semana que hasta cinco millones de personas corrían un alto riesgo de hambruna.
«No creo que jamás hayamos tenido este número de personas en riesgo de hambruna», dijo, y añadió que «éste era un conflicto evitable».
«Es un lugar en el que dos hombres decidieron que iban a resolver sus diferencias combatiendo y acabando con su país», afirmó Griffiths.
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