A un mes del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, el presidente electo de EEUU sigue revelando sus prioridades atípicas en política internacional. La última idea lanzada es la de apropiarse del Canal de Panamá, argumentando que este país impone a EEUU unas tarifas «sumamente injustas» por utilizar este pasaje, crucial para su comercio internacional vía marítima. «Las tarifas que cobra Panamá son ridículas, especialmente sabiendo la extraordinaria generosidad que ha sido otorgada a Panamá por Estados Unidos. Esta completa ‘estafa‘ a nuestro país cesará de inmediato», agregó el domingo ante una audiencia de seguidores en la ciudad de Phoenix, Arizona, en una comparecencia de 90 minutos, la primera en la que detalló algunas de sus promesas de campaña desde que ganó las elecciones en noviembre.
Trump calificó de «estúpido» que Estados Unidos aceptara devolver el canal al control panameño. La transferencia de competencias se produjo esencialmente durante el mandato de Jimmy Carter (1977-1981), el expresidente que ya es centenario y contra el que Trump cargó después en una publicación en sus redes sociales: «Cuando el presidente Jimmy Carter tontamente lo regaló, por un dólar, durante su mandato, fue solo Panamá quien lo administró, no China ni nadie más. Tampoco se le permitió a Panamá cobrar a Estados Unidos, a su Armada y a las corporaciones que hacen negocios dentro de nuestro país, precios y tarifas de pasaje exorbitantes«.
«Voy a pararlo«, dijo el presidente electo ante sus fieles seguidores. Y amenazó con que si Panamá no renegociaba las condiciones, exigirá «que el Canal de Panamá sea devuelto a Estados Unidos». Cómo va a llevar a cabo su plan no quedó claro, ya que el canal fue devuelto al control panameño por mutuo acuerdo, a través de un tratado firmado por ambos países.
Estados Unidos construyó en gran parte el canal y administró el territorio que rodea el paso durante décadas. Pero EEUU y Panamá firmaron un par de acuerdos en 1977 que allanaron el camino para que el canal volviera a estar totalmente bajo control panameño. Estados Unidos terminó por ceder el control del paso en 1999, tras un periodo de transición en el que se administró de forma conjunta.
Temor a China
Más tarde en su publicación en redes sociales, Trump también advirtió que no dejaría que el canal cayera en las «manos equivocadas», en una clara alusión a China. Cabe aclarar que el país asiático no controla ni administra el canal, pero una filial de CK Hutchison Holdings, con sede en Hong Kong, gestiona desde hace tiempo dos puertos situados en las entradas del canal por el Caribe y el Pacífico.
Más de 14.000 buques cruzan el canal cada año, lo que representa el 2,5% del comercio marítimo mundial. Esta vía navegable es fundamental tanto para las importaciones estadounidenses de automóviles y mercancías comerciales como para los portacontenedores desde Asia, y para las exportaciones estadounidenses de materias primas, incluido el gas natural licuado.
La respuesta del presidente panameño José Raúl Mulino llegó a través de un mensaje grabado hecho público el domingo por la tarde. El mandatario afirmó que la independencia de Panamá no era negociable y que China no tenía ninguna influencia en la administración del canal. También defendió las tarifas de paso que cobra Panamá, afirmando que no se fijaron «por capricho».
«Cada metro cuadrado del Canal de Panamá y sus alrededores pertenece a Panamá y seguirá perteneciendo (a Panamá)», dijo Mulino en su declaración, difundida en X. Trump respondió a Mulino con un «¡Eso ya lo veremos!».
