En Estados Unidos se ha hecho habitual que los grandes donantes de una campaña y otras figuras leales vean luego recompensado su apoyo con una embajada, una costumbre que puede desquiciar al cuerpo diplomático y que a menudo hace que se pongan en cuestión las cualificaciones de los escogidos. Donald Trump ha convertido estas designaciones también en un asunto de familia.
Este martes, en una de sus rondas de mensajes en Truth Social anunciando nominaciones para varios puestos en su Administración, el republicano ha informado de que selecciona a Kimberly Guilfoyle como embajadora en Grecia. Se trata de una antigua fiscal y expresentadora de Fox News sin experiencia en la política internacional o en la diplomacia. Ha sido también, desde 2020, la prometida del hijo mayor del presidente electo, Donald Jr.
Ha sido pero no está claro que lo siga siendo y eso ha disparado también la conversación sobre el nombramiento. Porque este llega tras meses de rumores de una nueva relación de Donald Jr., que culminaban este mismo martes, horas antes del anuncio de Trump, con la publicación por parte del Daily Mail de unas fotos del hijo del presidente electo con una “socialite” de Palm Beach, Bettina Anderson, con la que se le lleva viendo un tiempo. Poco después otro tabloide, el ‘New York Post’, publicaba la “exclusiva” con fuentes anónimas de que Trump Jr. y Guilfoyle han roto.
No hay confirmación oficial por parte de ninguno de los interesados de esa ruptura. Trump no hacía mención a la relación de Guilfoyle con su hijo y la definía solo como “amiga cercana y aliada”, añadiendo que “su amplia experiencia y liderazgo en derecho, medios y política y su agudo intelecto” la hacen «sumamente cualificada para representar a EEUU”. Guilfoyle fue especialmente activa en la campaña del 2020, dos años después de iniciar su relación con el hijo de Trump.
Donald Trump Jr. colgaba tras el anuncio de su padre su propio mensaje en X declarándose “orgulloso de Kimberly” y apuntando a que “siempre ha querido servir al país como embajadora”, pero no hacía referencia alguna a su relación. Y Steve Cheung, un portavoz del presidente electo que en declaraciones a ‘The New York Times’ tildó de “muy sexista” sugerir que el nombramiento de Guilfoyle tenía que ver con la relación con Trump Jr, no contestó al rotativo sobre si el hijo del presidente se trasladaría con ella a Grecia si es confirmada por el Senado.
Acusaciones de acoso
En esa confirmación puede anticiparse que resurgirán las acusaciones de acoso sexual que lanzó contra Guilfoyle una asistente que trabajó para ella en Fox News y que en 2020 reveló ‘The New Yorker’. Según el borrador de la queja que elevó la asistente y que recogía aquel artículo, la nominada de Trump (que estuvo casada entre 2001 y 2006 con Gavin Newsom, el demócrata que actualmente es gobernador de California) le sometió con frecuencia a comportamientos degradantes, abusivos y sexualmente inapropiados, incluyendo exhibirse desnuda, mostrarle fotos de genitales de hombres con los que había tenido relaciones y hablar incesantemente de su vida sexual, obligarle a dormir en su apartamento o instarle a someterse a las demandas de favores sexuales de un empleado de Fox. La cadena forzó la salida de Guilfoyle y después, para evitar un juicio, pagó a la asistente cuatro millones de dólares.
Su nombramiento por parte de Trump llega en la estela de otros que también han alimentado la imagen de nepotismo que acompaña desde su primer mandato al republicano. Hace unos días Trump anunció la nominación como embajador en Francia de Charles Kushner, suegro de su hija Ivanka y a quien en su primer mandato otorgó un perdón por una condena en diversos cargos federales. Además ha nominado a Massad Boulos, suegro de su hija Tiffany, como principal asesor para asuntos árabes y de Oriente Medio.