«Las garantías de seguridad europeas no serán suficientes para Ucrania«, advirtió el presidente ucraniano Volodímir Zelenski ante la prensa tras dos días de reuniones con líderes europeos en Bruselas, en las que pidió unidad a Estados Unidos y Europa para garantizar una paz duradera en el país.
«Es imposible discutir solo con los líderes europeos porque para nosotros las garantías reales en cualquier caso, presentes o futuras, serán de la OTAN. Y las decisiones dependerán de los Europeos y de EEUU«, añadió el dirigiente. Zelenski insistió en que necesita que Washington y los Veintisiete estén en el mismo barco.
Para el presiente de Ucrania, el mejor plan de seguridad para su país es la membresía de la Alianza Atlántica. Consciente de que para eso aún queda mucho, admite que esta opción podía ser una alternativa. «Lo más importante que es que tengamos mecanismos concretos» de protección, añadió, convencido de que cuenta con el apoyo europeo.
Aunque evitó entrar en detalles sobre en qué consistirían esas garantías, admitió que una misión de paz podría formar parte de ese plan. «Apoyamos esta iniciativa», dijo Zelenski, que el miércoles se reunió con el presidente francés Emmanuel Macron en Bruselas, «pero necesitamos todos los detalles sobre ese contingente militar».
Primero, ganar la guerra
Los europeos, en gran medida, piensan que es pronto para esa discusión. Para el presidente lituano Gitanas Nausedas, «es pronto para hablar de paz» porque Rusia está a la ofensiva. «En primer lugar, los ucranianos tienen que ganar la guerra. No invirtamos la secuencia. Primero, ganar la guerra, hacer retroceder a los rusos y luego, por supuesto, no excluir nada», añadió el primer ministro belga Alexander De Croo.
Para eso, Ucrania necesita apoyo militar y financiero para hacer frente al invierno. «Estamos protegiendo Europa con nuestras vidas, por supuesto que necesitamos apoyo», dijo Zelenski. En particular, el presidente ha venido a pedir 19 sistemas de defensa aéreos que permitan proteger infraestructuras clave, en particular, para el suministro de energía. El ucraniano confirmó que algunos de esos sistemas llegarán de Canadá o Alemania.
El día después
Aunque todos insisten en que lo importante ahora es mantener un apoyo sin fisuras a Kiev, el discurso ha girado ligeramente, y algunos miran ya a lo que vendrá después. La narrativa ahora es que Ucrania debe poder tener una posición de poder, de fuerza, para un posible negociación con el presidente ruso Vladímir Putin.
«Cualquier empujón a unas negociaciones demasiado pronto sería malo para Ucrania», dijo la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, a su llegada al Consejo Europeo. «Siria demuestra que Rusia no es invencible y no debemos subestimar nuestro poder», remarcó, añadiendo que es prematuro hablar de paz. «Sería maravilloso llegar a un punto en el que pudiéramos hablar de cómo mantener la paz en lugar de cómo acabar con la guerra», reconoció el primer ministro irlandés Simon Harris.
Zelenski no quiere ni oír hablar de un alto el fuego mientras las bombas sigan cayendo sobre su territorio. Cree que no tiene sentido hablar de una tregua sin un plan para lo que vendrá después, o simplemente se congelará el conflicto. «Queremos poner fin a la guerra. Queremos paz. Queremos una paz estable. Y ni que decir tiene que Rusia no está interesada», añadió.
Pero cuando le preguntaron qué necesita para tener una posición de poder frente a Putin, el presiente de Ucrania lo tuvo claro: alcanzar un punto en el campo de batalla en el que el ejército ruso no avance, y esto depende de un refuerzo de las capacidades de su ejército; estabilidad económica; y las famosas garantías de seguridad a largo plazo. «Debemos contar con garantías de seguridad que nos permitan protegernos mañana», añadió.
La era Trump
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca el próximo mes de enero abre una nueva etapa en la guerra en Ucrania. El presidente electo de EEUU ha defendido que pondrá fin al conflicto tan pronto como llegue al Despacho Oval. Ese giro político podría traducirse en una reducción del apoyo a Kiev, que previsiblemente tendrá que asumir la Unión Europea.
Mientras los dirigentes europeos se preparan para ese escenario, el mayor aliado de Trump en el continente, el presidente húngaro Viktor Orbán, hablaba también de una tregua por Navidad. Para Zelenski, la propuesta de un alto al fuego y un intercambio de prisioneros por Navidad de Orbán no es más que un «ejercicio de relaciones públicas». No es seria. «Puede que suene muy navideño pero no tenemos espíritu de vacaciones», advirtió el presidente ucraniano, que acusó a su homólogo húnaro de ser demasiado cercano a Putin para tener credibilidad. También lamentó que haya países europeos que reproduzcan la narrativa rusa y pidió a los Veintisiete que hable con una sola voz.
Respecto a Trump, sin embargo, Zelenski es más optimista. Espera poder sentarse con él, explicarle cuál es la situación, qué está en juego en esta guerra, y lograr su apoyo. «Es un hombre fuere y espero tenerle de nuestro lado», aseguró.