(CNN) — Los arqueólogos que trabajan en las profundidades de la selva amazónica descubrieron una extensa red de ciudades que datan de hace 2.500 años.
Los asentamientos prehispánicos, muy estructurados, con calles anchas y caminos largos y rectos, plazas y grupos de plataformas monumentales, fueron hallados en el valle de Upano, en la Amazonía ecuatoriana, en las faldas orientales de los Andes, según un estudio publicado el jueves en la revista Science.
El descubrimiento de la red urbana de elementos construidos y excavados más antigua y extensa de la Amazonía hasta la fecha fue el resultado de más de dos décadas de investigaciones en la región por parte del equipo de Francia, Alemania, Ecuador y Puerto Rico.
La investigación comenzó con un trabajo de campo antes de desplegar un método de teledetección llamado lidar (sistema de medición y detección de objetos mediante láser), que utiliza luz láser para detectar estructuras bajo las espesas copas de los árboles.
El autor principal del estudio, Stéphen Rostain, arqueólogo y director de Investigación del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Francia, describió el descubrimiento como «increíble».
Ingeniería avanzada
«El lidar nos dio una visión general de la región y pudimos apreciar en gran medida el tamaño de los sitios», dijo a CNN el viernes, y agregó que les mostró una «red completa» de caminos excavados. «El lidar fue la cereza del pastel».
Rostain dijo que las primeras personas que vivieron allí, hace 3.000 años, tenían casas pequeñas y desperdigadas.
Sin embargo, entre aproximadamente 500 a.C. y 300 a 600 d.C., las culturas Kilamope y más tarde Upano empezaron a construir montículos y a asentar sus casas sobre plataformas de tierra, según los autores del estudio. Estas plataformas se organizaban en torno a una plaza baja y cuadrada.
Los datos de la tecnología lidar revelaron la existencia de más de 6.000 plataformas en la mitad sur de los 600 kilómetros cuadrados estudiados.
Según el estudio, las plataformas eran en su mayoría rectangulares, aunque algunas eran circulares, y medían unos 20 por 10 metros. Normalmente se construían alrededor de una plaza en grupos de tres o seis. Las plazas también solían tener una plataforma central.
El equipo también descubrió complejos monumentales con plataformas mucho más grandes, que probablemente tenían una función cívica o ceremonial.
Se descubrieron al menos 15 grupos de complejos identificados como asentamientos.
Algunos asentamientos estaban protegidos por zanjas, mientras que había obstrucciones de caminos cerca de algunos de los grandes complejos. Según los investigadores, esto sugiere que los asentamientos estaban expuestos a amenazas, ya fueran externas o derivadas de tensiones entre grupos.
Incluso los complejos más aislados estaban conectados por caminos y una extensa red de carreteras rectas más grandes con bordillos.
En las zonas vacías entre los complejos, el equipo halló rasgos de cultivo de la tierra, como campos de drenaje y terrazas. Según el estudio, estos elementos estaban conectados a una red de senderos.
«Por eso las llamo ciudades jardín», dijo Rostain, que añadió: «Es una revolución completa en nuestro paradigma sobre la Amazonía».
«Tenemos que pensar que todos los (pueblos) indígenas de la selva no eran tribus seminómadas perdidas en la selva, buscando comida. Son una gran variedad, diversidad de casos y algunos tenían también (un) sistema urbanístico, con (una) sociedad estratificada», dijo.
La organización general de las ciudades sugiere «la existencia de una ingeniería avanzada» en la época, según los autores del estudio, que concluyeron que el urbanismo de jardín del valle del Upano «proporciona una prueba más de que la Amazonía no es la selva prístina que una vez se representó».
Rostain dijo que deberíamos imaginarnos la Amazonía precolombina «como un nido de hormigas», con todo el mundo ocupado en sus actividades.
Yacimientos similares en todo el continente americano
Según el arqueólogo paisajista Carlos Morales-Aguilar, becario postdoctoral de la Universidad de Texas en Austin, que no participó en el estudio, esta red urbana recién descubierta coincide estrechamente con otros yacimientos hallados en los bosques tropicales de Panamá, Guatemala, Belice, Brasil y México.
Morales-Aguilar calificó el estudio de «pionero» y dijo a CNN que no solo «proporciona pruebas concretas de una planificación urbana temprana y avanzada en la Amazonía, sino que también contribuye significativamente a nuestra comprensión del legado cultural y ambiental de las sociedades indígenas en esta región».
En 2022, Morales-Aguilar formó parte de un equipo de investigadores que utilizó la tecnología lidar para descubrir un vasto yacimiento en el norte de Guatemala, con cientos de antiguas ciudades, pueblos y aldeas mayas interconectados, así como una red de 177 kilómetros de senderos de piedra elevados que conectaban las comunidades.
El investigador afirmó que los hallazgos de este último estudio reflejan las avanzadas técnicas de agricultura y planificación urbana que observó en el norte de Guatemala y «ofrecen nuevas perspectivas sobre las complejidades de estas sociedades primitivas».