Dictan 18 años de cárcel para autores de brutal asesinato de dentista cubano en Chile


La justicia chilena condenó a 18 años de prisión a Clara Elena González Figueroa (39 años) y Rolando Ricardo Villagrán Retamal (59), encontrados culpables del brutal asesinato del joven odontólogo cubano Reinier Sánchez González, en 2021.

La resolución del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Chillán, compuesto por los magistrados Ricardo Piña Vallejos (presidente), Rosa Caballero Burgos y María Paz González (redactora), se emitió el pasado 19 de octubre tras confirmar tanto la ocurrencia de los delitos como la participación culpable de los imputados en el crimen, citó la prensa local.

Sin embargo, la condena ha sido criticada luego de que la Fiscalía solicitara penas de cadena perpetua y presentara más de 50 testigos contra Retamal Villagrán y González Figueroa.

Algunos chilenos consideraron la decisión del tribunal «una ganga» para un crimen de tal magnitud. Afirman que el «principal responsable de la crisis de seguridad pública en Chile es el Poder Judicial de Chile».

El crimen ocurrió el 4 de julio de 2021, cuando Rolando Retamal y Clara González «golpearon a la víctima en distintas partes del cuerpo y procedieron a estrangularlo, comprimiendo su zona cervical hasta provocarle la muerte».

Los análisis del posicionamiento de los teléfonos celulares de la víctima y los acusados revelaron un traslado conjunto durante aproximadamente 12 horas desde Lampa, en la Región Metropolitana, hasta Ñuble, donde lanzaron las partes del cuerpo al río.

El tribunal relató que partes del cuerpo sin vida de Reinier Sánchez fueron encontradas el 3 de agosto de 2021 en la ribera del río Perquilauquén, en la localidad de Ñiquén (provincia de Punilla, región Ñuble en el centro de Chile), por una adolescente que vio dos bolsas plásticas que contenían los restos cercenados.

La causa de su muerte fue determinada como asfixia por estrangulación causada por terceros, lo que constituye un delito de homicidio calificado, precisa el informe.

El joven, de 32 años, había residido en Chile desde 2016 y trabajó hasta abril de 2021 en una clínica dental en Lampa que era propiedad de la pareja imputada.

Sus asesinos fueron arrestados el 10 de septiembre de 2021, y luego se supo que para disipar sospechas tras el crimen, mantuvieron activo el teléfono del dentista e incluso enviaron mensajes desde su cuenta de WhatsApp a personas cercanas.

El dictamen fue emitido el pasado19 de octubre, antes de que se anunciara la sentencia, e indicó que «las mismas pruebas fueron suficientes para establecer una serie de indicios que permiten atribuir, no solo participación culpable a los acusados en la muerte de la víctima, sino también la premeditación» en el caso.

Pruebas periciales de geolocalización, análisis de tráfico de datos, llamadas y pruebas documentales demostraron que la acusada, en coordinación con su esposo, adquirió elementos utilizados para el desmembramiento y posterior ocultamiento del cuerpo de la víctima, los cuales fueron encontrados en el lugar de los hechos.

«Mediante las mismas pericias, se logró establecer la ubicación de los teléfonos celulares tanto de la víctima como de los acusados en un viaje conjunto desde la localidad de Lampa al sur del país hasta las inmediaciones del río Perquilauquén y de regreso a Lampa durante la misma noche», explica el informe.

«El teléfono del ofendido se mantuvo conectado de forma intermitente a la antena correspondiente a la acusada, enviando mensajes de WhatsApp a su familia en Cuba que resultaron ser falsos», explica.

«Además, se estableció la presencia de sangre de la víctima en el vehículo Hyundai Tucson de la acusada González, el mismo vehículo que los acusados utilizaron en el mencionado viaje al sur y que fue lavado posteriormente en un intento de ocultar pruebas, sin éxito», detalla el dictamen condenatorio.

Desde este brutal asesinato, que conmocionó la comunidad latina en Chile, una mujer allegada a la víctima denunció en varias ocasiones que los extranjeros en ese país no tienen el mismo acceso a la justicia que los nacionales, pues habían pasado casi dos años del crimen y todavía no se había dictado sentencia.

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