Entre enero y septiembre de este año México registró una importación récord en el volumen de fertilizantes, no obstante, en precio el gasto no fue mayor respecto al mismo periodo de 2022, revelan datos del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
De acuerdo con cifras del organismo privado, en los primeros 9 meses del año México compró al extranjero 3.6 millones de toneladas de abono, un incremento de 29.8 por ciento, por las cuales pagó mil 512 millones de dólares, 41.2 por ciento menos frente a los mil 982 millones de igual lapso de 2022.
La sustancial caída en el desembolso para la compra de este producto esencial para el campo es debido a la importante baja en los precios internacionales, pues el costo promedio de la tonelada ha disminuido de 736 a 433 dólares en el último año, es decir, una reducción de 41 por ciento, explicó Juan Carlos Anaya, director general del GCMA.
Los fertilizantes son químicos ricos en nutrientes que se utilizan para mejorar las características del suelo y lograr un mayor desarrollo de los cultivos agrícolas, los cuales se encarecieron más de 50 por ciento a raíz de la guerra entre Rusia y Ucrania a inicios de 2022, dado que ambos países son importantes productores y exportadores de este producto.
El uso de fertilizantes permite a los productores del campo obtener mayores cosechas de diversos cultivos, e incrementar la oferta en el mercado y sus ganancias.
En el acumulado del año, las adquisiciones de urea al extranjero fueron por 1.67 millones de toneladas y las de fosfato diamónico, de 519 mil toneladas, volúmenes sin precedente que representan crecimientos de 55.6 y 203.4 por ciento, respectivamente.
El especialista destacó que el mercado internacional de la urea, uno de los principales fertilizantes que usa México, ha caído sustancialmente, dado que los productores y comerciantes cuentan con muy pocos puntos de venta, ya que Brasil, Europa y Estados Unidos muestran poco interés por comprar.
Advirtió que si China entra en al mercado con volúmenes por encima de lo esperado para la última licitación de la India, habrá una presión importante sobre los precios, ya que Medio Oriente, Rusia y el norte de África buscarían donde colocar un millón de toneladas que dejarían de destinar a la licitación de la India.
Anaya agregó que en 2022, Israel exportó 6 por ciento del potasio mundial y 8 por ciento de los fertilizantes de fosfato, por lo que los acontecimientos de la guerra llevan a especular con la posibilidad de que pudiera tener problemas tanto en la producción y exportación de potasa y que los precios internacionales pudieran aumentar.