“Empezó a disparar al azar menciona una niña , primero le dio a la profesora de historia y luego siguió disparando. Mató a dos de nuestros amigos, me tumbé encima de ellos para que pensara que estaba muerta”, relata al portal Nova una niña compañera del supuesto autor del tiroteo en una escuela de Belgrado.
Nueve personas han muerto, de ellas ocho menores de edad y un guardia de seguridad, y varias resultaron heridas -seis alumnos y una profesora- en una escuela de la capital serbia cuando un joven de 14 años, alumno de esa institución, disparó esta mañana alrededor de las 8:00 con una pistola contra sus compañeros y el personal docente y de seguridad.
El ministerio del Interior de Serbia informa de que, además de los fallecidos, hay heridos seis alumnos y una maestra, atendidos en dos hospitales de Belgrado. Una niña se encuentra en estado crítico.
El joven sospechoso de haber perpetrado el crimen fue detenido en el patio de la escuela “Vladislav Ribnikar». El alumno de séptimo curso usó una pistola, supuestamente propiedad de su padre.
Según los medios serbios, el menor responsable del tiroteo era un estudiante ejemplar y había participado en varios concursos escolares.
Numerosas patrullas policiales se encuentran desplegadas en la zona y trabajan para esclarecer las circunstancias que llevaron a la tragedia.
Según la prensa serbia, la policía estaría registrando el domicilio del menor detenido para encontrar pruebas y motivaciones que expliquen el ataque.
El Sindicato de Trabajadores de Educación de Serbia se solidarizó con las familias de las víctimas y denunció el creciente clima de violencia en las aulas y pidió reforzar los controles de armas.
“Debido a este tiroteo, todos deberíamos preguntarnos honestamente cómo hemos llegamos aquí y si hay vuelta atrás después de llegar al punto de que un menor dispare a matar”, señala el comunicado.
El sindicato exige “tolerancia cero para todas las formas de comportamiento violento, tanto de los niños como de los adultos” y reforzar el control de armas.
Aunque los tiroteos con un gran número de víctimas no son frecuentes en Serbia, existen muchas armas en circulación como legado de las guerras de desintegración de la antigua Yugoslavia en los años 90.