San Juan.- El astrólogo puertorriqueño Walter Mercado Salinas dijo adiós a la vida a los 87 años de edad después de una extensa y polifacética carrera en la que destacó en la televisión entre los latinos de Estados Unidos, figura que será siempre recordado por su icónica frase «Pero mucho, mucho amor».
Nacido en Ponce, la considerada capital del sur de Puerto Rico, un ya lejano 9 de marzo de 1932, dijo en una entrevista concedida a Efe en agosto que fue un niño enfermizo y «diferente» que se pasaba la vida mirando las estrellas, «obsesionado por el mundo astral».
Aquel niño criado en una finca de caña de azúcar del sur de la isla y falleció la noche del sábado en un hospital de la capital puertorriqueña por problemas renales se convertiría con los años en referencia televisiva en Florida y el resto de Estados Unidos para quienes esperaban de sus palabras conocer algo más de lo que les depararía el futuro.
Los horóscopos televisivos de este puertorriqueño que gustaba de vestirse de acuerdo a su rol llegaron a tener una audiencia millonaria en Estados Unidos y América Latina.
El Museo de Historia de Miami le rindió en agosto homenaje con una exposición que reunió doce de sus mil capas y joyas con las que le gustaba adornarse, objetos personales y fotografías, adelantándose a un fallecimiento que le llegaría sólo dos meses después y que puso fin a una carrera en la televisión y el espectáculo de décadas.
De madre española, figura muy importante en su vida, Mercado se consagró en la astrología el día en que tuvo que llenar, en 1969, un vacío en un programa televisivo en Puerto Rico por la ausencia del cantante español Camilo Sesto e improvisó una descripción de los doce signos zodiacales con tanto éxito que acabó teniendo su propio programa.