Nadie ha visto el contrato del Barça con Nike. Ni siquiera los auditores, según ha contado el tesorero Ferrán Olivé. Bueno, Alejandro Echevarría sí lo ha visto, claro, aunque no es nadie. Lo digo porque, si lo viésemos, sabríamos que hay, cuentan, un montón de trucos, de cláusulas, que igual, ¡vaya usted a saber!, le permiten a la firma norteamericana tomar decisiones tremendas como, por ejemplo, romper el acuerdo porque no le guste la orina del enfermo.
Este equipo que lleva 26 años vistiendo Nike, ha ganado 5 de los últimos 21 puntos, ha perdido el liderato, empieza a estar a varios puntos de los mejores y ha perdido los tres últimos encuentros en Montjuïc: 1-2 frente a Las Palmas; 0-1 ante el Leganés y 1-2 contra el Atlético.
Gran injusticia
La euforia que vivió un puñado de abueletes azulgranas en la asamblea extraordinaria que aprobó el acuerdo sin saber qué dinero pagaría Nike ni qué comisión se llevaba el tal Darren Dein ‘el conseguidor’, se convirtió en llanto y desencanto en la montaña mágica y, quién sabe, si hizo dudar al señor Albert Baronet, negociador de Nike, que, por cierto, le pagó una parte de la comisión a Dein.
Viendo esas estadísticas, observando las derrotas, todas ellas escandalosa por distintos motivos (frente al Atlético tremendamente injusta), podría decirse que jugaron como nunca y perdieron como siempre. Cierto, hacía muchas semanas que el Barça de Hansi Flick no jugaba tan bien, tenía tan buenas oportunidades de marcar…y perdía.
Hace tiempo que vengo comentando que un día de estos a Flick se le escapará la frase de Ronald Koeman y Xavi Hernández de que “esto es lo que hay”. El ‘mister’ alemán solo realizó tres cambios en un partido tan intenso, tan necesario, tan vital, señal de que piensa que no tiene suficiente plantilla como para pelear con los otros grandes. Es posible que Flick, que ya dijo al llegar a Barcelona que debía empezar a sorprenderse de muchas cosas del fútbol español, ha empezado a darse cuenta de que LaLiga española no es tan fácil.
«El Barça mereció ganar hoy al igual que mereció ganar los otros partidos que ha perdido, pero cuando uno ataca tanto, se descompone y nosotros hemos sabido aprovechar la ocasión final que hemos tenido, que ha sido todo un golazo»
Ni siquiera le puede consolar oír al ‘Cholo’ Simeone ser tan, tan, tan honrado como para decir que el Barça mereció ganar “como los otros partidos que ha perdido, que también mereció ganar”. Pero, siempre hay un pero en las derrotas del Barça, “cuando uno ataca tanto, se descompone”.
Si antes no sabían qué les ocurría, por qué perdían, ahora, posiblemente, todavía tendrán más dudas. Y es ahora, sí, ahora, cuando el Barça no puede cambiar de estilo. Es mejor perder partidos que perder la identidad. Jugando así no volverá a perder tres partidos seguidos. Bueno, ni siquiera jugando mal.
Otro problema que se le añade ahora al Barça es que, tras ser el líder del campeonato con enorme facilidad y contundencia, se convierte en un perseguidor más. Y eso no es fácil. Lo ha sido muchas veces, claro que sí, pero una cosa es venir desde atrás, como acaba de hacer el Atlético (en la jornada 11, los colchoneros estaban a 10 puntos del Barça y suma 12 partidos seguidos ganando) y otra, muy distinta, caer, de pronto, en el abismo y tener que levantarte.