Partido de futbolistas más que de sistemas o estrategias. Partido de un equipo acostumbrado a jugar cada tres días, por tradición, por ambición, por preparación, por plantilla contra un equipo que, como ha reconocido Jagoba Arrasate, “nos mata tener que jugar, contra todo un Barça, a mitad de semana, sin tiempo de recuperar tras un gran esfuerzo”.
Partido de un equipo que debe hacerlo todo bien para poder tener opciones de sorprender al gigante y, de pronto, comete un error tremendo en defensa con el que el partido se le pone, definitivamente, cuesta arriba. Y, luego, ese penalti “que es el que nos mata”, según Sergi Darder.
Partido que el pequeño se atreve a tutear al grande. ¿Por qué?, porque el pequeño viene de una racha fabulosa, metido (casi) en Europa y el líder viene de la peor racha de la temporada. Partido en el que el grande o resucita o penetra en los infiernos con lo que eso significa cuando te llamas Barça y tienes el entorno que tienes.
“Pues sí, cierto, todo eso que describes es verdad, muy cierto, pero partido donde el Mallorca, el pequeño y valiente ‘Mallorqueta’, se atreve a plantarle cara a todo un Barça. Durante buena parte del partido le aprieta, le busca las cosquillas, le incomoda y, como poco, le obliga a sacar su mejor versión, sobre todo esa que le hace meter gol con media ocasión, o sabe, ve, comprueba, que no ganará el encuentro. Y, por descontado, anótalo muy clarito: sin el concurso de Lamine Yamal, el Barça no gana este partido”.
Llorenç Serra Ferrer, que lo ha sido todo en el fútbol español, que ha estado muy, muy, metido en el FCBarcelona y en el Real Mallorca, que ama a los dos clubs con pasión, con muchísima pasión, que se ha quedado con todo lo bueno y cariñoso de uno y otro, vio el partido con enorme neutralidad, dispuesto a disfrutar de lo bueno de uno y otro equipo y, sobre todo, tremendamente orgulloso de que su Mallorca plantase cara a su querido Barça durante muchos minutos. “El Mallorca sabía que este era un partido para arriesgar, para intentarlo, como se dice vulgarmente pensando que ‘sí se puede’. Y lo planteó así y, durante algunos minutos ¿verdad?, le dio resultado”.
Luego….”luego, claro, cuando te enfrentas a un grande necesitado, con futbolistas, insisto, como Lamine Yamal, que es el pintor que, con tres o cuatro pinceladas, con tres o cuatro acciones de genio, no con un brochazo, no, con pincel fino, muy fino, te dibuja los goles, las asistencias, los pases en profundidad con el empeine exterior, créanme, eso es muy, muy difícil de ejecutar, ni si quiera se puede enseñar, entonces, amigo, olvídate porque todo lo que has preparado se derrumba”.
«Ha sido Lamine Yamal quien, con su pincel fino, con su arte, con su trazo precioso, ha dibujado un cuadro genial que le ha permitido al Barça ganar un partido que el Mallorca ha peleado desde el minuto uno, pensando que ‘sí se puede’. Al final ha ganado quien mejores futbolistas tiene, claro»
Por eso Serra Ferrer coincide en que el fútbol es de los futbolistas. “Y esta goleada, que me sigue pareciendo excesiva para lo que ha hecho, planteado y peleado cada equipo, se debe a que el Barça, como era de suponer, como ya sabíamos, tiene mejores futbolistas que nuestro ‘Mallorqueta’”.
El extécnico azulgrana, el exmister mallorquín, ahora observador diario del fútbol español, cree, en efecto, que este Barça, pese al bache que ha sufrido (“veremos si ya superado, es pronto para decirlo”), está en formación. “Es joven, cierto, por eso hubiese sido ideal haber puesto unas gotas de sensatez, incluso desde el banquillo o, tal vez, desde el palco, los días después de las dos goleadas a Bayern y Real Madrid, pero lo que está claro es que saben lo que quieren y que, a menudo, la máquina funciona como un reloj, tanto en el aspecto defensivo, donde arriesgan muchísimo con la defensa tan adelantada, que el VAR protege, como en la eficacia goleadora”.
Serra Ferrer cree que el Barça empieza a recuperar futbolistas vitales como Olmo, De Jong, Gavi y demás que pueden ayudarle a mantener el nivel competitivo durante muchos meses. “De todos modos, a menudo, a veces, más veces de las que me gustaría, veo que genios como Pedri o el mismo De Jong, deciden quedarse con el balón y decir ‘aquí se juega al ritmo que quiero yo’ y no sé si eso le gusta a Hansi Flick, que tengo la sensación de que apuesta, durante los 90 minutos, por un fútbol vertiginoso. De cualquier modo, la posición que ostenta el Barça actual en Liga y Champions demuestra, sin duda, que están en el buen camino y, ojalá, sí, este 1-5, aunque me duela porque es ante mi Mallorca, signifique su regreso a la buena senda de inicios de temporada”.
“Repito”, dice Serra Ferrer al otro lado del móvil, “el genio ha sido Lamine Yamal, este muchacho de trazo fino, de pincel pulido, ha dibujado jugadas que han hecho posible que el Barça, no tan bueno, no tan poderoso, acabase goleando, de nuevo. Ha sido él, sí, demostrando que, en efecto, estamos ante un futuro genio del fútbol. Y, sí, amigo, sí, cuando uno tiene a Lamine Yamal, puede ganar a cualquiera”.
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