Han pasado unos días desde que se convirtió en la primera campeona de la historia del mundial femenino de motociclismo. ¿Cómo se siente?
Estoy todavía asimilándolo. No he tenido demasiado tiempo para descansar ni pensar en todo lo vivido, pero estoy muy contenta.
Tras la última carrera en Jerez, dijo que le hacía casi más ilusión este título que el primero, ¿por qué?
Hay que reconocer que este campeonato nos hizo ilusión a todas. Cuando Dorna y la FIM lanzaron este proyecto, todas hemos intentado que saliera adelante. No es que me haga más o menos ilusión que el de Supersport 300 pero desde que gané en 2018 hasta ahora he sufrido mucho para volver a subir a lo más alto.
¿Se refiere a su lesión de la espalda?
Sí, dos años después de ganar el mundial tuve un accidente en Estoril y me fracturé dos vértebras. Ha sido difícil volver a ser competitiva después de eso, he tenido que trabajar muy duro. Además, venía de dos temporadas en las que se juntó la recuperación de la espalda con la lesión de la pierna y los malos resultados en Moto3. Hubo momentos en que dejé de creer que podía seguir ganando. Por eso ha sido tan importante la gente de la que me he rodeado para subirme de nuevo al podio y sentirme de nuevo feliz.
Ha estado en todos los podios esta temporada. ¿Cuál ha sido la estrategia?
Mi estrategia realmente siempre ha sido intentar ganar, pero la experiencia que tengo de cuando he estado en peleas por el título es que a veces es más importante no fallar que ganar. Hay que saber mantener la calma y sumar los máximos puntos posibles aunque quedes segunda o tercera. La regularidad y el entender cuándo sí podía ganar y cuándo no es lo que me ha dado el campeonato.
El liderato español ha sido indiscutible…
En todos los campeonatos estamos viendo que el nivel en España es altísimo. Nosotras desde pequeñas hemos estado compitiendo y hemos hecho carrera deportiva. Tenemos más experiencia y recorrido.
Hablamos poco antes del inicio del mundial y tenía algunas expectativas de la competición ¿Se han cumplido?
Se han superado, sinceramente. El nivel ha sido mucho más alto de lo que esperaba. Tanto María [Herrera], como Sara [Sánchez] y Beatriz [Neila] han llevado un ritmo muy alto que nos ha permitido dar un gran espectáculo con carreras muy luchadas hasta el final. Llegar peleando por el título hasta la última carrera y que se decidiera en la última vuelta ha hecho el campeonato superinteresante también para el espectador.
¿Con qué momento se quedaría de la temporada?
Con el título, sin duda, pero también con el fin de semana de Portugal, en Estoril. Fue allí donde tuve el accidente hace cuatro años y me lesioné la espalda y volver a esa pista y conseguir ganar el sábado fue muy importante para mí.
¿Cómo se preparó para esa cita?
La tenía señalada en el calendario desde que supe que competiríamos allí. Un circuito que te ha cambiado tanto la vida siempre es difícil. Al final tuve tan claro que mi objetivo era ganar y fui a por ello. No fue tan complicado.
¿Qué se verá en futuras ediciones de este campeonato?
El Mundial Femenino ha llegado para quedarse, no va a desaparecer, pero aún le quedan un par de años en un formato parecido a este para que se asiente y entren equipos más profesionales, más pilotos y recursos. De momento no sé hacia dónde avanzará, lo único que sabemos es que habrá más ediciones. Más de cara al futuro, me gustaría que fuera un campeonato más abierto, con más marcas de moto, que las fábricas se involucren en el campeonato y quieran entrar. Ahora teníamos muy poco margen de mejora.
¿Las Yamaha R7 se quedaron cortas?
Encontrar una categoría que haya sido asequible para todas vengamos de donde vengamos ha sido un acierto. Ha equilibrado entre las que venían de cilindradas mayores y las que venían de cilindradas menores. Es cierto que a nivel técnico estábamos muy limitadas pero eso ha hecho que el campeonato estuviera muy igualado y que compitiéramos todas con las mismas herramientas. Pero una vez llegas al límite de la moto ya no hay más. En un futuro debería cambiar, porque el trabajo en el box con el equipo y la diferencia entre trabajar técnicamente bien o no tiene que ser una ventaja en pista y este año no ha existido.