Antes trabajábamos para el día a día, no para la historia


No me acuerdo qué partido era. Pero juro que yo, que soy un desmemoriado, sí me acuerdo que era el viejo Sarria, el estadio del RCD Espanyol. Era un domingo de 1970. Yo tenía 18 años y, como siempre, formaba parte del numeroso séquito de monstruos del fotoperiodismo deportivo, incluidos, claro, papá Pérez de Rozas, el tío Kike y, cómo, no papá Campañà. Yo era el monaguillo.

ARTÍCULOS RELACIONADOS A ESTE NOTICIA

Deja tu comentario