Casi siete meses lleva sin jugar un partido con el Barça. Casi siete meses ha estado Ronald Araujo desaparecido del radar azulgrana. Jugó el pasado 19 de mayo en Montjuïc ante el Rayo Vallecano y luego se marchó a disputar la Copa América con Uruguay. «Voy a volver como un toro», dijo en octubre. Y el ‘toro’ ya está aquí. Ha recibido el alta médica y viaja a Alemania en la lista de 23 jugadores que se medirán al Borussia Dortmund.
Con su selección se lesionó de manera grave (6 julio), por lo que tuvo que pasar por el quirófano en Finlandia dejando a Hansi Flick con solo dos centrales (Pau Cubarsí e Iñigo Martínez) para iniciar su proyecto. A ellos ha recurrido hasta casi la extenuación porque tampoco tuvo a Christensen (solo ha jugado 26 minutos) ni quiso desplazar a Koundé al eje porque su recambio como lateral derecho es el joven Héctor Fort.
Ahora, tras más de medio año lejos del Barça, retorna Araujo, dando un nuevo registro defensivo a la idea de Flick. Falta saber si lo usará a partir de esta semana –viaja a Alemania, pero no se sabe si para estar en el banquillo o únicamente para ir integrándose en la dinámica del grupo- o su inclusión en el equipo será mucho más gradual teniendo en cuenta la gravedad del percance que padeció con la selección charrúa.
Tuvo, como informó el club azulgrana en julio pasado, «una lesión en el tendón isquiotibial de la pierna derecha», que le obligó a ponerse en manos del prestigioso doctor finlandés Lasse Lempainen, el mismo que había operado antes a Sergi Roberto y Dembélé. Los médicos del Barça fijaron entonces su retorno en cuatro meses, como mínimo. Y ese marco de tiempo se ha movido el defensa, quien aceleró para recortar los plazos y volver antes. Pero tanto Flick como los especialistas no han querido correr riesgos.
Al final, y contando desde el 22 de julio cuando se operó en Finlandia, han sido casi cinco meses sin Araujo, transformado en una pieza capital para Xavi, tanto de central como de lateral derecho en esa misión especial que le encomendó en su momento para frenar a Vinicius.
Aunque luego el uruguayo terminó de mala manera con el técnico de Terrassa por la tarjeta roja que vio ante el PSG en la vuelta en Montjuïc. Aquella expulsión que condicionó, y para mal, al Barça que terminó siendo eliminado (1-4) desperdiciando así el esperanzador triunfo de la ida en el Parque de los Príncipes (2-3).
Triste final de curso con Xavi
A Araujo, y en los meses antes de su grave lesión, se le vio inquieto porque temía que el club estaba dispuesto a venderle, mientras sus agentes se citaban incluso con representantes del Bayern Múnich. Pero llegó la Copa América y sus músculos se rompieron de nuevo.
Desde entonces, ni rastro de él. Hasta ahora, que se sube como uno más en el avión camino de Alemania. El tercer central o el segundo lateral derecho ya está de vuelta.
Y Flick, consciente de que ha exprimido a Pau Cubarsí (21 partidos de 22) e Iñigo Martínez (también 21 de 22), recupera la velocidad y agresividad de Araujo, un chico nuevo para una idea nueva, que debe asimilar en tiempo real.
Tiene que encajar el uruguayo en una pareja de centrales a los que se le exige jugar a 50 metros de Iñaki Peña, coordinados y sincronizados para adelantar la línea al centro del campo creando la trampa del fuera de juego, un truco que ya conocen los rivales.
Ahí es dónde debe insertarse Araujo, un central que no ha jugado ni un solo minuto con Flick.