Vale, vale, no pasa nada, queda partido, quedan partidos, queda Champions, queda fútbol, queda tiempo, sí, sí, vale, vale, pero 10. Manchester City; 11. Juventus, 12. Arsenal; 13. Bayern Leverkusen; 17. Bayern de Munich; 18. Real Madrid, sí, sí 18. Real Madrid; 20. AC Milan, que se paseó por el Santiago Bernabéu el otro día; 23. Atlético; 25. París Saint Germaín, sí, sí, el “no tenéis ni puta idea” está el 25, así que ¡ojito!, queda partido, quedan partidos, queda Champions, queda fútbol, queda tiempo…pero para empeorar también, el mismo partido y el mismo tiempo. Y los hay que no se chupan el dedo.
Por ejemplo, este fabuloso FCBarcelona que ha ideado Hansi Flick donde, casi, casi, da absolutamente igual los que jueguen. Sí, tiene una alineación tipo, pero, ahora, con el regreso de los lesionados, se le empieza a complicar la cosa. O, no, que va, empieza disfrutar. Anoche, por ejemplo, se permitió el lujazo de alinear a los tres perrazos de presa, a los tres buldócers (Cassadó, Fermín y Gavi), ¡telita! y, no solo eso, ni siquiera tuvo el detalle de hacer descansar (del todo) al chico que más quiere minar, al portentoso Dani Olmo.
Una máquina de ganar, un equipo que no se para, un conjunto que corre y corre, que marca y marca, que jamás queda saciado, que ha marcado un promedio de cuatro goles por partido, en los últimos siete encuentros que ha disputado. Eso es el Barça.
Este Barça, no solo tiene hambre, fe, ganas, despliegue, disciplina, también tiene, a toneladas, compañerismo, complicidad, compromiso, amistad y devoción entre ellos. Se saben buenos, piensan que serán mejores, juegan (casi) con los ojos cerrados y, sobre todo, ya tardo en escribirlo, juegan a lo que quiere, les pide y les exige (recuerden lo que dijo Flick tras golear al Espanyol: “El miércoles, en Belgrado, no quiero que repitan este segundo tiempo”) y no como el Real Madrid que juegan a lo que pretenden los futbolistas, es decir, a vaguear, como dijo Carlo Ancelotti.
Este Barça de Flick es un equiupo global que juega un fútbol total. Un fútbol que defiende con riesgo (y gana) y que ataca en tromba y golea: 29 tantos en los últimos siete partidos, es decir, cuatro goles por partido y le sobra una décima, el primer trocito del quinto tanto por encuentro.
Es un equipo que empieza ganando, le empatan y decide meter cuatro más. Porque cree que su obligación es hacer feliz a los suyos y eso solo se logra con intensidad, grandes despliegues y eficacia ante el portal rival, no como otros. Pero, en esa mezcla de todo, el equipo tiene poder, potencia, fuerza y ejercita una presión brutal.
Y es solidario. Minuto 48 y 08 segundos: Gerard Martín, otro de los nuevos, de los chicos, pierde un balón en ataque, de extremo izquierda y, antes de que regrese él, que regresa, vuelven, al galope, recorriendo su banda hacia arriba en persecución del defensor que le arrebató el balón al niño, no uno, no, sino tres: Raphinha ¡como está el chico!, De Jong, que ya ha vuelto ¡aleluya! y cara cortada Cubarsi. Eso es solidaridad y no tener la barriga llena.
Por supuesto que hay tiki-taka. Paren el video del partido en el minuto 79.23 y vean, vean, el rondo mundial hasta el minuto 81.11. Pura delicia, puro ‘dream team’, ¡claro que hay ADN Barça!, pero no siempre, a ratos, a veces, cuando toca. Lo demás es puro rock and roll.
Pero es que si quieres tiki-taka, si quieres ADN Barça, pásate el video del partido y paraló en el minuto 79 y 23 segundos y verás como los culés marean al rival, para ti, para mí, para aquel, para este, ahora me doy la vuelta, ahora vuelvo, vete tú que me pongo yo…hasta el minuto 81 y 11 segundos. Pura delicia, cierto, para nada, pero es que ya habían metido cinco.
Cuesta soñar con enormes cosas, de verdad. Cuesta pensar que estamos en el inicio de una nueva era, cuesta. Cuesta creerse que LaLiga será un paseo militar y que se puede ganar la Champions. Cuesta, porque venimos de una temporada miserable, lamentable y muy, muy olvidable, tanto por el comportamiento del palco, del césped y del banquillo. Y, claro, te permiten soñar, te ilusionan, pero tú te resiste porque sabes lo que es el fútbol.
Pero viendo como compite esta plantilla, no este equipo, no, esta plantilla, debes recordar aquello que siempre, siempre, decía Johan Cruyff antes del sorteo de los octavos o cuartos de final de la Champions. “¿Quién no quiero que me toque? ¿Quién me preocupa? Saben qué, estando bien mi equipo, que se preocupen ellos”. Y este Barça juega como para que se preocupen los demás.
Por cierto, perdón, al parecer anoche jugaba el Messi nº 248 que ha descubierto el mundo ¿no? Si, al parecer, también tiene 17 años. Sí, según leí, dijo que iba a demostrar que era mucho mejor que Lamine Yamal ¿verdad? ¿Cómo dicen que se llama? ¡Ah!, sí, Andrija Maksimovic ¿no? Ya, no sé, no lo ví. Por eso lo pregunto, pensé que lo habían reservado.
PD. Sé que el fútbol no va de esto, lo sé, sé que se puede ganar LaLiga y ser campeón de Europa jugando con un solo español, lo sé, pero, anoche, el Barça volvió a acabar el partido ¡de Champions! con nueve canteranos: Peña, Cubarsí, Domínguez, Martín, Cassadó, Pedri, Gavi, Fermín y Lamine Yamal.
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