Una jornada más, un punto más para cada uno y el empate se mantiene. Los dos equipos desafiantes, Ineos Britannia y Luna Rossa Prada Pirelli, siguen con cuatro victorias, tras un martes en el que sendos errores les han llevado a alargar la eliminatoria. Antes del domingo, siempre que la previsión meteorológica no lo impida, uno de ellos alcanzará los siete puntos que le llevará a luchar por la Copa América contra el defensor del título, Emirates Team New Zealand a partir del 12 de octubre.
La final de la Louis Vuitton Cup entre británicos e italianos está muy igualada. Cada jornada, con dos regatas programadas, ocurre lo mismo: Ineos se adelanta con un triunfo y, en la siguiente manga, le atrapa Luna Rossa. O al revés. Este martes, la victoria inglesa en la primera ha sido por demérito italiano. La ‘bala plateada’ ha sufrido un percance técnico en el segundo tramo de la carrera y se han tenido que retirar.
Viento de hasta 20 nudos
La regata había arrancado de lo más emocionante. El viento soplaba casi al límite de lo que estos AC75, los barcos voladores con ‘foils’, se pueden permitir: entre 17 y 20 nudos. Salida ajustada y, solo en el primer tramo, se han producido hasta media docena de cambios de liderazgo entre Luna Rossa e Ineos. En la primera boya, con los de sir Ben Ainslie por delante, solo ha habido un segundo de diferencia.
No obstante, de repente, el italiano ha ‘planchado’, es decir, la proa de la embarcación ha impactado contra la superficie del mar, y ya no ha podido seguir adelante. Las maniobras de la tripulación en la cubierta, que han tenido que achicar el agua que habían acumulado, ha hecho presagiar lo peor. Hace pocos días, en las semifinales contra los estadounidenses, el Luna Rossa partió el carro de la vela mayor, un dispositivo indispensable para moverla, y también tuvieron que abandonar.
Sacarse la presión
La primera manga, pues, ha puesto la eliminatoria por 4 a 3 a favor de los británicos. Ese momento ha sido muy complicado para los transalpinos, a pesar de que posteriormente uno de sus dos timoneles, Jimmy Spithill, ha asegurado que estaba «muy contento» con el rendimiento de su gente. «Después del problema en la primera carrera, era importante que el equipo se sacara presión para afrontar la segunda», ha advertido el laureado deportista.
Ha ayudado también el hecho de que el viento haya aumentado en el campo de regatas y haya obligado al comité a alargar unos minutos el inicio de la segunda. En ese instante, la ‘bala plateada’ ya estaba en condiciones de competir otra vez, apedazada, pero lista para luchar por el triunfo.
Fallo inglés en la presalida
Los de Spithill y Francesco Bruni han salido a por todas y la suerte, además, les ha acompañado. El Ineos ha cometido un error fatal antes de tomar la salida y se ha salido de los límites del campo (‘boundary’), lo que está castigado con una penalización de 75 metros una vez se cruza la línea. A estas alturas de la Louis Vuitton Cup, esta ventaja para un equipo suele ser sinónimo de triunfo.
«Nos hemos ido de posición porque las condiciones eran algo difíciles de gestionar», ha analizado sir Ben Ainslie una vez acabada la carrera. «Es impredecible lo que pueda ocurrir en la siguiente jornada. Tenemos que seguir presionando porque los dos equipos estamos siendo muy fuertes en esta final», ha encajado el patrón británico.
Este miércoles se celebran dos carreras más entre Luna Rossa e Ineos. El objetivo de ambos es desempatar, llegar antes que el rival a los siete triunfos que les dan el pasaporte para optar a arrebatar la Jarra de las Cien Guineas a los neozelandeses. Cuarta jornada superada, cuatro puntos para cada uno y, la lucha frente a las playas de Barcelona, más reñida que nunca.