La Copa América de vela se disputa en veleros de alta tecnología, ofreciendo un espectáculo que combina velocidad, estrategia y destreza. Las normas regulan cada aspecto de la competición y cualquier incumplimiento puede comportar penalización, lo que añade tensión y emoción a cada carrera.
1 El campo de regatas
El campo de regatas es un rectángulo de dos millas de largo por 0,8 de ancho delimitado por boyas teledirigidas. Es móvil: en función de la dirección del viento, el oficial de regatas puede decidir modificar su orientación. La falta de viento también es motivo para que el director de regatas decida reducir el tamaño del campo, incluso durante una carrera, para evitar que esta se alarge en exceso. La organización considera como tiempo ideal que una regata tenga unos 22 minutos de duración. En Barcelona, la caída del viento en plena competición, que impidió a las embarcaciones volar, ha llegado en una ocasión a alargar una regata más allá de los 45 minutos.
2 La pre-salida y la salida
Tres minutos antes de empezar comienza la pre-salida, un momento lleno de tensión. Partiendo de extremos opuestos, para evitar colisiones, los barcos entran en el cajón de salida por la parte superior. El de la izquierda debe hacerlo cuando el cronómetro marca los 2’10” antes de la salida y, diez segundos después, puede hacerlo el de la derecha. Los equipos alternan estas posiciones, ya que el que entra por la derecha siempre es el que tiene derecho de paso.
El objetivo es cruzar la línea de salida justo cuando el cronómetro marca el inicio de la carrera con la brisa clara y a máxima velocidad. Una buena salida es fundamental para llevar la iniciativa en la regata. En la cuenta atrás, los equipos aplican distintas estrategias: pueden optar por encontrar cada uno su espacio o por luchar entre ellos para posicionarse mejor, bloquear el viento o forzar un error al rival.
3 La carrera
Las embarcaciones empiezan siempre navegando contra el viento (a barlovento) y, al llegar al extremo del campo, deben elegir una de las dos boyas amarillas o puertas y rodearla, siempre desde el interior, antes de regresar a sotavento. En la Louis Vuitton Cup se estableció que los barcos debían hacer seis tramos o, lo que es lo mismo, tres vueltas al campo de regatas. En la Match Race final, se han establecido ocho tramos (cuatro vueltas). Salvo que el oficial de regatas decida acortar la carrera por falta de viento. Al completar el ultimo tramo las embarcaciones cruzan la línea de llegada.
4 Penalizaciones
La Copa América cuenta con una equipo de árbitros y jueces que velan por el cumplimiento de toda la normativa. La de Barcelona es la primera edición en la que no hay ningún árbitro en el agua, persiguiendo con lanchas a los equipos. El avance tecnológico permite tomar decisiones más precisas desde una sala similar al VAR del fútbol.
Cuando un barco recibe una penalización por parte de los árbitros debe reducir la velocidad hasta ceder 75 metros al oponente. Los equipos pueden protestar si consideran que el contrario ha cometido una infracción. Los árbitros y jueces toman todas las decisiones de forma instantánea observando las imágenes de la regata en monitores con el máximo detalle. Los equipos deben cumplir la penalización también de forma inmediata. El sindicato penalizado disminuye su velocidad y debe esperar a obtener el beneplácito de los árbitros sobre la distancia cedida antes de poder volver a tomar velocidad. Todo ello sucede en cuestión de segundos, y en muchas ocasiones implica cambios importantes en la marcha de la regata.
Las penalizaciones se imponen por diversos motivos. No entrar a tiempo en el cajón de salida o adelantarse a la señal de inicio de la regata (OCS) son dos motivos de sanciones tan solo empezar la carrera. En caso que el barco haya cruzado la línea dentro de los tres segundos previos a la señal, tiene también la opción de volver atrás para salir de nuevo, en vez de seguir la carrera y ceder los 75 metros reglamentarios.
También es motivo de penalización salir de los márgenes del campo de regatas. Encontrarse a 100 metros del campo en la pre-salida implica descalificación instantánea.
Finalmente, no respetar el derecho de paso, algo fundamental en las regatas, conlleva amonestación.
5 ¿Quién tiene el derecho de paso?
Cuando dos AC75 se aproximan por lados opuestos y coinciden en su trayectoria uno debe cambiar de rumbo para evitar una colisión. El barco que recibe el viento por el lado derecho, es decir, el barco de estribor, tiene el derecho de paso. El barco que lo recibe por el lado izquierdo o babor debe ceder el paso. En caso de que vire hacia el mismo sentido, le llegará viento sucio, es decir, que el oponente le tapará el viento y perderá velocidad.
- Invadir el espacio del barco oponente también es motivo de penalización. Cuando los barcos navegan en la misma dirección, el que está detrás está obligado a mantener una distancia de seguridad.
- Pero hay que tener en cuenta que estar delante no significa siempre tener preferencia. Cuando el que va detrás consigue avanzar su proa por delante de la popa del barco de enfrente, logra lo que se llama una superposición, consiguiendo tener la preferencia o el poder: el barco azul logra alcanzar al amarillo e inmediatamente gira hacia el lado de su oponente y lo obliga también a girar para no colisionar.
- Cuando las embarcaciones eligen rodear la misma puerta o boya, el que va delante tiene preferencia. Pero si están cerca y hay superposición (la proa del de detrás está por delante de la popa del otro), el de detrás tiene preferencia y puede rodear la puerta a su voluntad, obligando al otro a cambiar su trayectoria.
6 Clavar al oponente: ‘tack and pin’
Un movimiento habitual es el de maniobrar para bloquear al oponente. Es el ‘tack and pin’: en un cruce entre dos AC75, el barco que pasa primero vira o gira inmediatamente para colocarse en paralelo al oponente y seguir su misma dirección, tapándole el viento y ganando el control de la situación. Si no reacciona de inmediato, el barco que deja de recibir viento queda atrapado, sin poder maniobrar, hasta que el oponente se aleja y, con una gran distancia de ventaja, por fin le deja aire limpio.
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