La Policía Nacional detuvo el pasado sábado en la previa del derbi asturiano a un juez, que próximamente tomará posesión de una plaza en Oviedo, y a un militar por alteración del orden público mientras trataban de acceder al Tartiere en pleno caos por las colas. Los dos detenidos, según las fuentes consultadas por La Nueva España, empujaron e increparon a los agentes mientras se producían las aglomeraciones en las puertas del campo azul, y que han tensionado las relaciones entre la Delegación del Gobierno, el Oviedo y el Sporting.
Tanto el juez como el militar, hinchas del Oviedo, fueron trasladados a dependencias policiales, donde se llevó a cabo el procedimiento habitual: fueron informados de sus derechos y quedaron citados para un juicio rápido que está previsto que se celebre próximamente. Los dos fueron detenidos por agentes que formaban parte del dispositivo de seguridad del derbi, reforzado con agentes de fuera de la región, fundamentalmente pertenecientes a la UIP (Unidad de Intervención Policial), los popularmente conocidos como antidisturbios.