El aumento de traumatismos craneoencefálicos en los últimos 50 años entre los jugadores de fútbol profesionales podría provocar un aumento de casos de enfermedades neurodegenerativas en los próximos años. Así lo ha determinado un estudio del Clínic-IDIBAPS y la UB presentado este martes en Barcelona y publicado en la revista científica Lancet Neurol.
El estudio, que ha analizado los impactos en la cabeza de los futbolistas profesionales en cuatro Mundiales de Fútbol de los últimos 50 años, ha observado un aumento significativo de este tipo de contusiones y en consecuencia augura una mayor probabilidad en dicho colectivo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como ELA, párkinson o demencia.
“Si tomamos como referencia los estudios existentes, la incidencia de este tipo de enfermedades neurodegenerativas entre los exjugadores profesionales frente a la población control es 1,5 veces mayor”, ha asegurado el líder del estudio, el doctor Alex Iranzo. “El fútbol se ha vuelto más físico, agresivo y competitivo en los últimos 50 años y los golpes en la cabeza, tanto con el balón como con otros jugadores han aumentado significativamente”, ha afirmado el neurólogo. Del total de lesiones habituales relacionadas con la práctica de fútbol profesional, el 15% son traumatismos craneoencefálicos y estas lesiones sufridas repetidamente «provocan la muerte de las células y la aparición de proteínas típicas de enfermedades neurodegenerativas como el párkinson y la demencia», ha afirmado el Dr. Iranzo.
Estudios previos
Pese que a los investigadores no quieren crear alarmismo, sí han hecho un llamamiento a tratar de implementar medidas preventivas que pasen por árbitros más concienciados a medidas de prevención que reduzcan el número de golpes en la cabeza tras analizar 120 partidos que tuvieron lugar entre el Mundial de Alemania del 74 y el de Catar de 2022 y constatar un aumento de este golpeo.
Investigaciones previas (una escocesa de 2019 y una sueca de 2023) evaluaron a exfutbolistas que jugaron profesionalmente entre los años 50 y 70 y detectaron que entre el 3% y el 9% de ellos fallecieron años más tarde a causa de enfermedades neurodegenerativas, por lo que presumiblemente si el estudio se repitiera 30 años después “la incidencia de estas enfermedades aumentaría como consecuencia del aumento de este tipo de impactos en los últimos 50 años”, ha afirmado el doctor.
50% de posibilidades
Según los casos identificados hasta el momento, los efectos de estos golpes suelen degenerar en estas enfermedades tras 30 o 40 años de haber abandonado el fútbol profesional, por lo que según ha apuntado el doctor “ocurren en el momento que deben ocurrir, que es al cumplir los 60 o 70 años”, insinuando que no se adelantan.
Se calcula que los jugadores de fútbol profesionales dan aproximadamente unos 2.000 cabezazos en una carrera de 20 años y que en 10 años de profesión tienen un 50% de posibilidades de sufrir una conmoción cerebral debida a un solo cabezazo. “El perfil de jugador más expuesto a este traumatismo es típicamente un defensa en el área”, ha afirmado la doctora Irina Martín-Izquierdo.
“Aun así, no podemos extrapolar estos datos al fútbol amateur, porque solo hemos analizado fútbol profesional”, ha apuntado el Dr. Iranzo en referencia a la incidencia de estos traumatismos en niños o divisiones menores. “Lo que sí debemos tener en cuenta es que a sabiendas de que esto ocurre y es una tendencia ascendente, estamos en el momento de tratar de reducir la frecuencia con la que ocurre”, ha dicho el doctor invitando a las federaciones a plantear posibles soluciones.