El Barça da por liquidada la primera vuelta de la extraña primera vuelta de la Liga en la que acaba en tercer lugar, con 38 puntos, superado por Atlético (41) y Madrid (40), ambos con un partido menos. Apremiados, además, los azulgranas porque el Athletic de Valverde y los Williams vienen a gran velocidad con 36 puntos que le encaraman al cuarto lugar.
Extraña ha sido para el Barça porque dominó el campeonato al inicio con unos números escandalosos que le hacía sentirse invulnerable en el primer lugar, sacándole hasta 10 puntos de diferencia al Atlético, actual líder, y siete al Madrid, segundo clasificado. Ambos han pasado por delante del equipo de Flick, que cruza el ecuador del campeonato ubicado en el último lugar del provisional podio.
Ha descendido de manera inesperada dilapidando tan amplia renta en «un noviembre de mierda», como lo calificó el propio Hansi Flick. Un noviembre que no se ha detenido tampoco en diciembre donde ha encadenado en 22 días tres derrotas consecutivas en Montjuïc (1-2 con el Las Palmas; 0-1 con el Leganés y 1-2 con el Atlético) que han dejado al que era líder mirando por detrás a los dos equipos madrileños.
«Esta pausa nos vendrá bien», admitió Flick tras el devastador gol de Sorloth que le privó del liderato cerrando una racha negra en la montaña olímpica, donde, sobre todo, ha perdido la contundencia ofensiva. De repente, el Barça se ha convertido en un equipo errático y sin puntería, con solo dos goles marcados en los últimos 270 minutos en su estadio.
Y ninguno de esos tantos lleva la firma Lewandowski, el goleador que le había llevado al liderato con una racha descomunal sumando 14 tantos en las 12 primeras jornadas.
Lewandowski se seca
Ahora, el delantero polaco se ha apagado subitamente (dos tantos en seis jornadas porque descansó en Mallorca) dejando en oscuras al proyecto de Flick, que le da la espalda a la Liga justo cuando se cruza la primera frontera. Raphinha anotó ante Las Palmas y el estéril gol de Pedri al conjunto de Simone no premió su maravilloso partido, tal vez el mejor que haya jugado nunca con la camiseta azulgrana. A Lewandowski se le vio frustrado en los últimos encuentros, dolido consigo mismo porque no atinaba.
El problema es que el Barça se ha caído en las últimas curvas de esta primera vuelta del campeonato. Pierde con y sin Lamine Yamal, aunque la mayor parte de sus derrotas han coincidido con la ausencia de la joven estrella.
Además, tampoco lo tendrá en el estreno de la Copa del Rey el próximo 4 de enero en Barbastro, estando en seria duda su presencia en la semifinal de la Supercopa de España ante el Athletic (8 de enero) en Arabia Saudí.
Y no solo está el equipo de Flick obligado a mirar hacia arriba -está a tres puntos del Atlético y a dos del Madrid, ambos con un partido menos- sino estar muy pendiente de quien le viene por detrás. Tiene ya muy cerca al Athletic de Valverde, que también ha completado los 19 encuentros, capaz de coleccionar 36 puntos, solo dos menos que los obtenidos por el Barça.
La caída ha sido tan espectacular que ha embrutecido los ilusionantes números iniciales del ‘proyecto Flick’. Con 38 puntos queda por debajo del Barça de Xavi de la pasada temporada (sumó 41 y también iba tercero, a siete puntos de Madrid y Girona, ambos con 48) y también de los 50 logrados por el técnico de Terrassa en el curso (22-23, líder destacado entonces con cinco puntos de renta sobre el Madrid) que le llevó a la conquista de la Liga.