De Grecia se marchó el Barça con la cuarta derrota consecutiva en la Euroliga (quinta en los seis últimos partidos), despeñándose por la tabla desde el liderato que un día gozó. Pero salió de Atenas con la cabeza alta. El jueves le aguarda la visita de la rehabilitación completa al Maccabi, antepenúltimo. A la imagen digna debería añadir el marcador favorable.