En el último suspiro, y sostenido por las inacabables manos de Jabari Parker, agarrado a su defensa, frenó el Barça su caída en la Euroliga. Ganó en Belgrado al Maccabi Tel Aviv (86-88) superando un desastroso inicio del tercer cuarto, que le llevó, de nuevo, a la puerta del caos porque estuvo 16 puntos por debajo.
Es mucho más que un triunfo para el equipo de Joan Peñarroya porque frena la caída que no tenía fin –eran cuatro derrotas consecutivas en la Euroliga- y le permite respiral al menos con un poco de calma. Y alivio.
Alivio porque la defensa le dio ese triunfo que tanto necesitaba para atenuar el ruido que había originado ese bajón que había vivido el equipo azulgrana, que protagonizó un encuentro irregular -del control en el primer cuarto al descontrol del tercero-, aunque bien está lo que bien acaba, sostenido por la fiabilidad de Parker (18 puntos) y una defensa que dio la victoria, el acierto de Anderson (16) y la puntería de Kevin Punter (18), sin olvidar la aportación decisiva de Willy Hernangómez (11).
Dominó el Barça el primer cuarto, con Peñarroya, su entrenador, introduciendo novedades tácticas y de jugadores para agitar algo que se estaba consumiendo tras cuatro derrotas consecutivas. Para empezar comenzó el equipo azulgrana con una defensa en zona que sorprendió al Maccabi Tel Aviv.
Firme atrás, llegó a tener hasta una renta de ocho puntos, se sostenía en ataque sobre la fiabilidad de Anderson (7 puntos) y Kevin Punter (5). Entre los dos sumaron más de la mitad de la producción ofensiva barcelonista, al tiempo que Peñarroya iba modificando sus piezas. Empezó Youssoupha Fall de titular. Pero ni tres minutos duró. Entró Vesely y después apareció Willy Hernangómez. Todo en los 10 primeros minutos.
Horrible segundo cuarto
Y esa ventaja se desvaneció en el segundo cuarto cuando el Barça se atascó en ataque, con pérdidas groseras que permitieron al Maccabi darle la vuelta al partido. Horrible parcial de los azulgranas. Obligó, además, a una urgente intervención de Peñarroya, quien pedía tiempo muerto para frenar la herida que comenzaba a sangrar de forma escandalosa.
Creían los azulgranas tener el partido bajo control, pero descubrieron que el parcial del segundo episodio fue devastador: 28-15. El equipo israelí se sintió el dueño terminando la primera mitad con la diferencia más amplia. Hasta siete puntos por delante se puso el Maccabi, desatando una ola de preocupación en los azulgranas, cuyo ataque fue paupérrimo. Anotó 15 puntos en 10 minutos.
Del caos a la esperanza en el tercero
Y el inicio del tercer cuarto fue catastrófico. En apenas 75 segundos, el Barça había recibido un parcial de 7-0 ampliando el Maccabi su diferencia hasta los 14 puntos. El enojo de Peñarroya ya era más que evidente. Pidió un tiempo muerto cuando, en realidad, lo que le pedía el cuerpo es decirle a sus jugadores que salieran del vestuario.
Pero que salieran de verdad y no como habían retornado a la fría pista de Belgrado donde juega exiliado el equipo israelita. Hasta 16 puntos (53-37) registró el marcador para desesperación de los azulgranas, quien intentaba reaccionar a base de los triples de Kevin Punter y Jabari Parker y la puntería de Anderson.
De nuevo decidió Peñarroya parapetarse en una zona 2-3 para proteger el rebote defensivo. Pero ni así lo consiguió. Esa debilidad se convertía en demoledora cuando se sumaban esas pérdidas intolerables que dejaban a Maccabi dominar el encuentro con hasta relativa calma.
Hasta que el Barça reaccionó con un parcial de 7-0 para detener la caída al abismo. Empezó de pena y terminó enganchado al encuentro sin completar un gran partido. Pero, al menos, no se desenganchó por completo, terminando con todo abierto ya que solo estaba dos puntos por debajo (66-64). Del caos a la esperanza transitó el conjunto azulgrana.
Ese final del tercer cuarto para los azulgranas se repitió en el arranque del cuarto, superando a un desconcertado Maccabi, que no sabía como enjaular a Willy Hernangómez, que firmó unos excelentes minutos para sostener a su equipo. Pero ni así pudo tener un final tranquilo porque apenas quedaban 13 segundos para el final del partido y solo ganaba por dos puntos (86-88).
Tenía ataque, tiempo y reloj el Maccabi, que malvive en los peores puestos de la Euroliga, para decir su última palabra. Pero la excelente defensa de Jabari Parker, cuyas inacabables manos resultaron decisivas para dejar mudo a su rival y darle unos días de calma al Barça.
Maccabi Tel Aviv-Barça (86-88)
Maccabi Tel Aviv: Randolph (12), Blatt (14), Hoard (20), Rivero (8), Rayman (6) –quinteto inicial– , Jokubaitis (8), Cohen (6), Sorkin (4), Di Bartolomeo (3), DeJulius (3), Shayok (2) y Gabriel (0).
Barcelona: Satoransky (6), Jabari Parker (18), Anderson (16), Kevin Punter (18), Fall (0) –quinteto inicial–; Vesely (9), W.Hernangómez (11), Núñez (5), Parra (0), Abrines (5)
Parciales: 16-22; 28-15; 22-27; 20-24
Árbitros: Radovic, Petek y Laurinavicius.