Perdió tres de los cuatro cuartos el Barça en la pista del Partizan, pero se llevó la victoria de Belgrado (79-87). Una enorme y valiosa victoria, porque exigió otra reacción del equipo en la Euroliga tras la derrota con el Río Breogan en la ACB, espléndido en muchas facetas, sobre todo en la anímica por los vaivenes que registró el duelo, de la preocupación a la euforia, y de la satisfacción a la inquietud.
El 12-30 del segundo cuarto fue la base que permitió al Barça remontar el marcador y conservar su ventaja, que llegó a ser de 23 puntos y que se difuminó a uno (79-80) a falta de 1.40 para el final tras una falta de Vesely en un intento triple de Iffe Lundberg. Belgrado esperaba temeroso a Kevin Punter, su antiguo ídolo, y confirmó su pesimismo (18 puntos endosó a su exequipo), pero en el momento cumbre apareció Àlex Àbrines con un triple desde la esquina y un rebote que bajaron el suflé del todo.
Diez para remontar
El peor momento del Barça se produjo pronto, en el primer cuarto, con todo el partido por delante. Cuando perdía. Al final, le sonreía el marcador. La fogosidad local alcanzó su máxima expresión con el 21-11, afrenta ante la que la gente de Peñarroya opuso acierto para recortar la distancia y después coraje para empezar a arañar en defensa.
Fueron fundamentales para ese cometido Juan Núñez y Chimezie Metu. Se revolcaron por el suelo y pelearon por cada balón hasta transformar el luminoso al 32-31, que fue la última ventaja serbia. No se paró ahí el Barça, porque el parcial fue incrementándose a caballo del segundo y el tercer cuarto. Hasta el 35-57 (un parcial de 3-26) que acalló al pabellón, silencioso en el 40-63 (máxima renta azulgrana). Pero no rendido. Ni la hinchada ni el Partizan, horroroso en el pase, con infinidad de pérdidas. Con el viejo Zeljko Obradovic eso no sucede. Aunque su equipo divague en la cola de la Euroliga.
El castigo del arbitraje
El Barça se descentró a partir del arbitraje. Severísimo, propio de canchas calientes e intimidatorias. Cosido a faltas por su férrea defensa, su sideral ventaja fue desapareciendo tiro a tiro. De punto en punto, lenta e inexorablemente, con puntuales arreones que aumentaron de nuevo el volumen del graderío y llevaron el partido al paroxismo de la incertidumbre.
La valiosa aportación de Metu con puntos y rebotes jugando de cinco, más decisivo que Vesely, anecdótico Fall e inédito Willy Hernangómez, concluyó, pero entre Anderson y Parker sostuvieron al Barça cuando al Partizan le salía todo (incluso un triple contra tablero del exazulgrana Brandon Davies) y amarraron un triunfo que les habría dejado en muy mal lugar a todos después de la exhibición que habían dado.
Partizan Belgrado, 79 – FC Barcelona, 87
Partizan Mozzart: C. Jones (17) Brown (10), Bonga (8), T. Jones (6), Bosnjakovic (6) –cinco inicial-; Lundberg (5), Davies (5), Ntilikina (3), Pokusevski (12), Washington (7).
8 de 27 triples (C. Jones, 2), 33 rebotes, 14 ofensivos (T. Jones, Bonga, Bosnjakovic, 3), 16 asistencias (Davies, C. Jones, 3)
FC Barcelona: Satoransky (2), Abrines (9), Punter (18), Parker (17), Vesely (12) –cinco inicial-; Fall (4), Núñez (4), Metu (10), Brizuela (4), Anderson (7), Parra (0).
9 de 30 triples (Abrines, Parker, 3), 43 rebotes, 15 ofensivos (Metu, Parker, 3), 23 asistencias (Satoransky, 9).
Parciales: 23-19; 12-30; 23-21; 21-17.
Árbitros: Semin Mogulkoc, Seffi Shemmesh, Kristaps Konstantinov.