El Celta de Vigo no dio opción este martes al Salamanca CF en la segunda eliminatoria de la Copa del Rey y pasó de ronda con una contundente goleada (0-7).
La contienda que devolvía ocho años después a un Primera División al estadio Helmántico dio sus primeros pasos con un Celta un punto más protagonista con balón, mostrándose el equipo local, de Segunda RFEF, con el nerviosismo propio de tal duelo sin poder hilar apenas pases.
Una situación que pronto aprovechó el equipo de Claudio Giráldez, que, en su primer acercamiento al área, puso el 0-1 en el marcador por medio de Willoit Swedberg. El sueco aprovechó un rechace del meta blanquinegro, Jon Villanueva, en un balón dividido con Mihailo Ristic para con el interior de su diestra adelantar a los suyos desde cerca del punto de penalti.
Acto seguido al gol, el Salamanca trató de adueñarse de la posesión y hacer de esta su vehículo para el empate aunque le costaba por el posicionamiento de los gallegos con su amenaza llegando sobre todo por la derecha con un Álex Caramelo muy activo, pero sin conseguir opciones claras más allá de algún centro lateral.
En el lado contrario era Ristic el más inspirado, apareciendo por la izquierda sin apenas oposición. Ya provocó el tanto y otra internada suya en el minuto 20 pudo suponer un penalti que no fue considerado así por el árbitro.
Se enfrió entonces el encuentro hasta que, en dos jugadas consecutivas, pudo llegar tanto el empate, con un tiro cruzado de Javier Murua que pasó cerca del palo izquierdo de Iván Villar, como el 0-2, con una carrera a la espalda de Alfon que tras recortar bien al defensa del Salamanca no consiguió completar bien una vaselina.
No llegó en ese momento pero si rozando el minuto 40 cuando, tras un penalti cometido por Villanueva al delantero albaceteño del Celta, Hugo Sotelo elevó el 0-2 al tanteador.
Unos pocos minutos después el partido volvió a encontrar a los mismos actores en una nueva intentona del Celta. Amaro y Alfon. En un balón cercano a la línea de la banda derecha, el central salmantino se adelantó al atacante visitante, pero, para su desgracia, se resbaló y dejó al celtiña con todo a favor para brindar a portería vacía el 0-3 a Pablo Durán.
Morían ahí casi cualquier esperanza del conjunto y la parroquia del Helmántico, que pudieron volver a tener pulso si un disparo de Emaná en la frontal del área pequeña no se hubiera ido al palo en el añadido del primer tiempo.
No parecía que tuviera mucha historia la segunda mitad y así se fue desarrollando, sin ver a ningún guardameta actuar en el arranque más allá de un intento forzado de Caramelo que se fue por el lateral y otro remate de Emaná en el primer palo que no encontró portería tras ser desviado.
El cronómetro iba avanzando y la escuadra viguesa tenía cada vez más en el bolsillo el pase de eliminatoria, más todavía con dos goles en apenas cuatro minutos, anotados pasada la hora por Tadeo Allende en una contra y por Carlos Domínguez de cabeza en una falta lateral.
La fe y el tanque de energía y motivación quedaron aún más bajo mínimos para los blanquinegros, que vieron cómo Fer López hacía el sexto y el séptimo definitivo de una noche histórica pero más que aciaga para el club del Helmántico.
