Un gol en cada parte. Y de forma bien distinta. El 1-0 llegó en la primera mitad a la salida de un córner aprovechando el City una mala salida de Cata Coll y hurgando en un incómodo e irreconocible Barça. El 2-0 nació en la segunda disfrutando el equipo inglés de una mala acción defensiva de Patri Guijarro, que dejó sin respuestas a las campeonas de Europa.
1.- El intenso ritmo del City desquició al Barça
Ya desde el inicio estaba incómodo el Barça, No era el equipo reconocible, dueño del partido, gobernando el balón con autoridad. Iba a remolque del City. Del City y de su presión, valiente, ordenada y, sobre todo, persistente. No, no era cuestión del primer cuarto de hora.
No se le acabó la fuerza, al menos en la primera mitad donde el equipo de Pere Romeu, aunque tuvo dos ocasiones (el disparo al palo de Carolina Hansen y la ocasión de Ewa Pajor salvada en la línea de gol por Laia Aleixandri) que le hacían creerse más fuertes de lo que eran. El conjunto citizen arrinconó a las azulgranas gracias a esa presión que les permitía robar el balón cerca, demasiado cerca de Cata Coll.
Tuvieron el partido dónde y cómo querían sin que el Barça encontrara la llave para descodificarlo, permitiendo que Naomi Layzell marcara el primer gol de su carrera.
2.- Del paradón de Cata a la salida en falso que costó el gol
Mal asunto si en la primera parte estaba más en la pantalla de televisión Cata Coll, la portera del Barça, que Aitana, Alexia o Ewa Pajor. Mal asunto porque eso implicaba el descontrol de un partido donde no tenía precisión en el pase, producto de la presión inglesa, obligando a la guardameta a tomar decisiones arriesgadas con el pie. Increíble fue su regate, y casi suicida, por mucho que le saliera bien, en el área pequeña para esquivar la embestida de Jessica Park.
Salió indemne Cata Coll, quien firmó después una parada hermosa y eficaz. Hermosa porque voló a su escuadra derecha para interceptar el venenoso disparo de Jessica Park. El balón acabó en el saque de esquina, prólogo del 1-0, quien tuvo a Cata Coll, otra vez, como protagonista. Pero para mal.
Midió mal la salida desde el córner de un balón que fue al segundo palo alejándose de su cuerpo para que Vivianne Miedema descubriera la entrada desde atrás de Naomi Layzell, la lateral derecha, se disfrazara con un ‘nueve’ postizo. Aprovechó la defensa inglesa ese error de Cata para firmar el 1-0. Era un gol anunciado desde hace tiempo. Y lo anunciaba el mal juego del Barça.
3.- Noche gris de las estrellas
Entre Park y Miedema aprisionaron a Aitana, que tuvo poco peso en el partido, sobre todo en esa gris primera mitad. Tan gris que una vez acabados esos 45 minutos, y con el 1-0 en el marcador, Alexia Putellas ordenó dirigirse corriendo a los vestuarios.
Todavía caminaban las jugadoras del City por el césped, saboreando ese gol, mientras ellas salían disparadas para recibir las instrucciones de Pere Romeu, obligado a intervenir porque el paisaje del partido, y más allá del marcador, irradiaba malas sensaciones.
No solo por la derrota sino especialmente por el juego porque ni Aitana ni tampoco Alexia lograron llevar el encuentro a su territorio. Y eso, como es obvio, el Barça lo acusaba porque no se reconocía a sí mismo. Como le pasó a Aitana.
Mejoró en la segunda parte tras la primera aparición de la Balón de Oro conectando con Caroline Graham Hansen para dejar sola a Alexia Putellas, cuyo disparo -le sobró un control- fue, de nuevo, inteceptado por Laia Alexandri.
Aitana, con otro tiro desde la frontal del área, dio señales de energía y vigor futbolístico justo cuando se cumplía la hora de partido. Pero duró poco. Muy poco. Lo mismo le ocurrió a Alexia, que se fue desdibujando.
4.- Pere Romeu, estreno frustrado en Europa
Había cuatro cambios en el once inicial del Barça que debutaba en la Champions 2024-25 con respecto al equipo que ganó la Champions en la final de Bilbao al Olympique de Lyón (2-0).
Estaba en Manchester Ona Batlle como lateral derecha en el sitio que era de Lucy Bronze. Mapi León se incrustó en el eje de la zaga, lugar que fue de Paredes; Ewa Pajor ejerciendo de ‘nueve’, tarea que estaba destinada en San Mamés a Mariona. Y Alexia, tirada a la banda izquierda, donde estuvo Salma Paralluelo.
Cuatro cambios que no deberían haber sido tan influyentes. Pero sí desfiguraron el rostro del equipo de Pere Romeu porque no tuvo la lucidez y sabiduría de otras noches. A pesar de la derrota en el descanso, el nuevo entrenador azulgrana no tocó ni una sola pieza. Mantuvo la confianza en las mismas 11 jugadoras, convencido de que modificarían el rumbo.
Emitieron señales positivas en el primer cuarto de hora de la segunda mitad porque dio un paso hacia adelante en la presión. No le quedaba al Barça otra salida.
Romeu agitó a su equipo –entró Claudia Pina por Engen-, que casi obtiene premio inmediato porque el disparo de ella, que compartía el doble ‘nueve’ con Pajor, casi encuentra la red ya que se marchó rozando el palo izquierdo del City.
En dos minutos (apareció en el 64; tiró en el 66) impactó Claudia en el partido. Retrasó Romeu a Patri Guijarro para completar la defensa y llenó el medio campo ubicando a Alexia más cerca de Aitana. Y con el 2-0, el técnico, a cuatro minutos del final, ordenó un triple cambio en el que asumía su derrota. Quitó a su centro del campo titular (Aitana, Alexia y Keira Walsh) para que los minutos finales fueran responsabilidad de Kika Nazareth, Vicky López e Irene Paredes. Cambios que no cambiaron nada.
5.- Debilidad defensiva
Justo cuando mejor estaba el Barça, amenazando la portería inglesa, llegó el 2-0, síntoma de la fragilidad defensiva. Coincidió, además, con la debilidad mostrada por Patri Guijarro en cerrar un balón. No lo hizo. Y entonces, a campo abierto, y en posición legal –aquí no hay VAR aún-, la jamaicana Khadija Shaw se encontró en el escenario que soñaba.
Con tiempo para pensar la ruta para esquivar la desesperada salida de Cata Coll y burlar la también desesperada idea de frenar su disparo por parte de Ona Batlle. Ni una ni otra llegaron a tiempo de evitar el segundo gol del City, que castigó de tal manera la autoestima de las azulgranas que el partido se terminó en ese momento. Era el minuto 77.
Nada trascendente ocurrió luego. Solo la confirmación de la derrota del Barça, algo que no ocurría desde abril en Europa.