No duró demasiado la alegría en el Espanyol. Al subidón del sábado pasado tras el valioso triunfo ante el Celta en Cornellà le siguió un fiasco en la Copa. El conjunto perico dijó adiós al torneo con una derrota en casa del Barbastro, un equipo de la zona baja de Segunda RFEF, la cuarta categoría del fútbol español (2-0). No supo definir sus ocasiones el bloque de Manolo González en la primera mitad y acabó derrotado en el estadio oscense, un patatal que se le atragantó a un Espanyol sin clarividencia ni puntería.
Es cierto que en una situación tan comprometida como la del bloque catalán la Copa molesta más que ayuda, pero caer en un campo tan modesto supone un revés más en la trayectoria blanquiazul. No anda sobrada de alegrías la parroquía perica y convertirse en el primer conjunto de Primera eliminado de la Copa es un lastre más para un técnico que ya estaba en la cuerda floja antes de tumbar al Celta con todo el estadio coreando su nombre.
Diez cambios
Oxigenó por completo el equipo Manolo, que solo repitió un jugador en el once respecto al duelo del sábado. Hubo 10 cambios. Kumbulla, baja el próximo lunes en Getafe por sanción, fue titular en el eje de la zaga. El resto, desde el meta Pacheco al punta Véliz, fueron novedades ante un voluntarioso rival.
El objetivo del cuadro oscense era repetir la marcha del curso pasado, cuando eliminó al Almería y cayó con honor ante el Barça en deiciseisavos (2-3). Pronto pudo resolver las cosas el cuadro perico, pero el cabezazo de Cheddira se estrelló en el larguero en el primer remate blanquiazul (m. 5).
Penalti absurdo
El guion del choque fue el esperado, con una primera parte de dominio claro perico pero sin ninguna concreción. Roca y Véliz desperdiciaron también sus ocasiones y el choque llegó al descanso con un 73% de posesión y 11 remates del Espanyol que no se tradujeron en goles. El Barbastro alcanzó el intermedio sin intimidar ni una vez a Pacheco, pero mantenía su muro en alto.
Mucho peor fue la puesta en escena perica en la segunda parte. El Barbastro le puso más ambición y Albín acarició el gol para los oscenses (m. 46). El susto fue notable, pero no hubo reacción del Espanyol. Más bien al contrario. Tejero cometió un penalti absurdo sobre Sito Barrera, que aprovechó la pena máxima y adelantó a los locales (m. 55).
«No fue un problema de actitud. Al descanso te tienes que ir 0-2 y dejarlo cerrado, pero no es así y el rival se pone 1-0 con el penalti. Es un problema de acierto. Hay que pensar ya en el Getafe. Hay que seguir la línea del otro día y competir el lunes»
Sin Puado, fuera de la lista, Manolo tiró de Pere Milla y Cardona. Luego recurrió también a Kral, pero no hubo manera. El meta Arnau Fàbrega desbarató todo el peligro y Sito repitió diana (m. 81) para certificar el adiós perico.
La eliminación supone otro golpe para Manolo, que valoró el batacazo. «La primera parte entramos bien. No fue un problema de actitud. Al descanso te tienes que ir 0-2 y dejarlo cerrado, pero no es así y el rival se pone 1-0 con el penalti. Es un problema de acierto. Hay que pensar ya en el Getafe. Hay que seguir la línea del otro día y competir el lunes», explicó.
Emoción en el Nou Sardenya
El Europa, mientras, peleó hasta el último segundo ante el Las Palmas, pero el cuadro catalán de Segunda RFEF acabó cayendo (1-2). Dos goles del punta escocés McBurnie auparon a los canarios. Mahicas firmó el tanto escapulado.
La jornada copera continuará este miércoles para los clubs catalanes con el Sant Andreu-Betis del Narcís Sala como duelo destacado. El conjunto catalán venció en Terrassa el domingo (0-1) y es octavo en su grupo de Segunda RFEF, mientras el andaluz llega a la cita en horas bajas tras encadenar tres derrotas. «Hay que tomarse el partido como una final. Debemos salir con el cuchillo entre los dientes», exigió Manu Fajardo, director deportivo del Betis.