Manda en la Liga desde el inicio, completando una trayectoria prácticamente inmaculada. Solo el borrón de Pamplona ensucia un viaje espectacular que arrancó en Mestalla y acaba, de momento, en Vitoria con una demoledora goleada al Alavés (0-3). Llega el Barça de Flick como líder, con unas cifras espectaculares en todos los registros: 24 puntos de 27 posibles, ocho victorias y una derrota, la de las rotaciones masivas en Pamplona. No solo eso.
Nadie marca tantos goles como el Barcelona. Ni en España. Suma 28 goles (una media de 3,11 por encuentro), tiene al Pichichi del campeonato (Lewandowski ha marcado 10 tantos en nueve goles).
El Madrid de Vínicius, Mbappé y Rodrygo solo ha conseguido 19 tantos, quedando el francés, que venía a ser la estrella de la Liga española, muy lejos del polaco. Kylian solo ha marcado cinco.
El equipo más ofensivo de Europa
Nadie se le acerca aquí ni tampoco en Europa se adivina un equipo con tanto potencial ofensivo como el creado, y en tiempo récord, por Flick. El Liverpool de Slot, que está sosteniendo con dignidad el legado de Klopp en Anfield, lidera la Premier con 13. El City de Haaland, y de Guardiola, ha firmado 17. El nuevo Bayern Múnich de Kompany, y con Kane como goleador, alcanza los 20 tantos.
A Flick, tras tumbar al Alavés en apenas media hora, le preguntaron por si este equipo le evocaba al Bayern que él dirigió. «A mí no me gusta comparar equipos», se apresuró a decir el técnico alemán. «Este Barcelona es diferente a aquel Bayern. Estoy muy contento, pero en el fútbol todo puede cambiar», ha recordado el entrenador, espantando cualquier signo de euforia, preparándose para tiempos peores. Tiempos que no han llegado aún. «Nos tenemos que centrar en el trabajo que nos queda», ha añadido.
«A mí no me gusta comparar equipos. Este Barcelona es diferente a aquel Bayern. Estoy muy contento, pero en el fútbol todo puede cambiar»
El trabajo se detiene porque aparece el segundo parón de las selecciones. En el primero, mandaba el Barça; en este, también. Para entender la dimensión ofensiva de lo conseguido en mes y medio no se le acercan ni sus competidores directos, ni los grandes ingleses, ni los italianos: Nápoles es el líder, con 14 goles marcados, e Inter, segundo, con 16. Y en Francia, el PSG de Luis Enrique y Dembélé se ha quedado en la cifra de 21.
Lejos todos de este Barça que ha reinventado Flick en tiempo récord ganando a jugadores para la causa, débiles hace unos meses porque su futuro estaba bajo sospecha, transformados ahora en pilares estructurales. Raphinha y Lewandowski encarnan esa profunda mutación.
Vistos ambos con recelo por Xavi, que llegó a pedir incluso su salida del club en caso de que hubiera continuado, erigidos en intocables para el técnico alemán, sobreponiéndose en el camino a bajas tan valiosas como Marc Bernal, el medio centro que se inventó, o Ter Stegen, el capitán que ha perdido para toda la temporada.
Pero, como no para de recordar el presidente Joan Laporta, Flick «no busca excusas». Busca soluciones para ir recomponiendo su equipo sobre la marcha, sin perder ni un segundo en mirar a la enfermería donde se han llegado a reunir hasta ocho futbolistas. Y la mayoría serían titulares: Ter Stegen, Araujo, Christensen, Gavi, Fermín, Marc Bernal, Dani Olmo y el ya recuperado Frenkie de Jong.
Potenciando La Masia
Ahora se acaba de unir a ese grupo de ausencias Ferran Torres, que podría estar un mes de baja, por lo que deja sin recursos en ataque al técnico, aunque, según recuerda Laporta, el técnico sí «aprovecha muy bien a la plantilla», capaz como ha sido de inventar soluciones fijando su mirada en La Masia.
De allí sacó, por ejemplo, a Marc Bernal y Marc Casadó, que había debutado ya con Xavi. Ambos fueron titulares en la primera jornada de Liga en Mestalla. De allí subió también a Gerard Martín, titular en Vallecas, o Sergi Domínguez, que apareció en el once inicial contra el Villarreal, dando hasta minutos en el primer equipo a Andrés Cuenca y abriendo la puerta a Pau Víctor.
Ha fusionado el acné juvenil de La Masia –en Vitoria empleó una defensa con tres canteranos como Héctor Fort, Cubarsí y Balde- junto a la estabilidad que le proporcionan veteranos como Lewandowski, a quien le ha devuelto la sonrisa con un ecosistema táctico en el que le ahorra esfuerzos defensivos, al tiempo que le multiplica los caminos para que le llegue el balón al área pequeña: 10 de los 12 tantos del polaco han sido ahí.