El Girona cierra su mejor año lleno de dudas. Cierra el 2024 ante el Valladolid este viernes en Montilivi (21.00 h) recuperando a Yangel Herrera, pero sin encontrar la identidad que le llevó a ser tercero de la Liga en la pasada temporada, alcanzando el paraíso de la Champions.
Míchel, su entrenador, sigue preocupado. «Hemos fallado en Champions y Copa y eso no me gusta», ha comentado advirtiendo que el máximo responsable es él «porque no he sabido dar con la tecla». Aunque ha dicho que «el reto que me puso el club es estar entre los 10 primeros y ahora somos décimos, pero no hemos cumplido el objetivo y eso se lo he dicho a los jugadores».
«No he pedido nada»
No quiere el técnico ni pensar en reforzar el equipo en el mercado de invierno. «No, no he pedido nada. De verdad. No he pedido nada porque pienso que esta plantilla es buena. Necesito que estos jugadores estén en su mejor versión», ha admitido indicando que «el crecimiento pasa por estar en Primera División».
«Debemos separa las dos cosas. Para mí, tenemos plantilla para estar por Europa. Pero para mí ahora mismo no tenemos equipo para estar en Europa»
Aún así tiene claro que maneja recursos para ser mucho más competitivo. «Debemos separa las dos cosas. Para mí, tenemos plantilla para estar por Europa. Pero para mí ahora mismo no tenemos equipo para estar en Europa», ha precisado el entrenador, eligiendo, y de forma cuidadosa, todas sus palabras.
«Son dos cosas muy diferentes. En nuestra mejor versión somos capaces de estar cerca de luchar por las posiciones de arriba de la clasificación. Aunque ahora el equipo no me da esa sensación. Es ahora mismo. Lo que he visto hasta aquí», ha reconocido Míchel, indicando que la clasificación no está tan lejana. «Son cinco puntos solo, pero necesitamos mejorar. Yo, el primero. Yo tengo que dar un paso adelante porque la plantilla tiene talento y capacidad para luchar por Europa».
Esa preocupación aumenta en Montivili. Y más tras la derrota ante el Mallorca, incapaz como fue su equipo de marcar un gol a pesar de jugar con uno más durante más de una hora. «Ese partido me dejó muy preocupado, esa es la realidad. Debemos cambiar cosas y debemos trabajar mucho más para mejorar. Necesitamos tener más agresividad en las dos áreas», ha reconocido el técnico de Vallecas, alertando de que «las conexiones entre los jugadores ahora mismo no son las mejores ni están como yo quería después de cinco meses».
Seis partidos consecutivos sin ganar
Lleva días Míchel insistiendo en ese mensaje. Diríase que semanas. Y el Girona no entiende ese discurso de su entrenador. Son ya seis partidos consecutivos sin ganar, con cuatro derrotas y dos empates. Al técnico, que no tendrá a Oriol Romeu (sancionado) y Tsygankov (aún lesionado), se le ve inquieto porque no logra reconectar a sus futbolistas.
«Hemos hecho buenos partidos, pero también es verdad que en otros no hemos dado nuestra mejor versión», ha reconocido el entrenador del Girona. «La autocrítica es mía. Debo mejorar yo y tengo que hacer que la plantilla de el nivel que tiene», ha confesado. «Es mi responsabilidad. No he pedido nada a ningún jugador, quien tiene que dar con la tecla soy yo, nada más. El equipo ha entrenado muy bien», ha añadido para evitar poner el foco en los jugadores.
Ha pedido, eso sí, «solidez» a un Girona que lleva mucho tiempo sin transmitir señales de fiabilidad, indicando que «la nota al 2024 es alta, pero inferior a la del 2023, aunque hayamos jugado en la Champions y porque el club ha crecido mucho en todos los sentidos».
Luego, Míchel ha precisado que «espero un mejor 2025» instando a recuperar, y de forma urgente, esa conexión entre los jugadores, con quienes ha mantenido charlas inviduales. Y han sido muchas esta semana delicada en el vestuario. También hay charlas colectivas con el grupo.
«Yo no señalo a nadie ni digo quién está mejor o peor. Miro siempre a lo colectivo porque todos estamos en el mismo proyecto», ha revelado el técnico, indicando que «hay diversos factores» sobre ese bajón que ha experimentado el Girona en los últimos meses.
«No hemos entrenado muchas veces juntos. Hemos jugado muchos partidos sin entrenar y yo no he dado con la tecla para esas conexiones. Ellos también deben dar un paso adelante para ser un equipo que tenga en todo momento una mentalidad colectiva”, ha reclamado el entrenador dirigiéndose, ahora sí, a sus futbolistas.