El Real Madrid se juega la credibilidad en Europa ante un Atalanta suicida

El Real Madrid ocupa la posición 24ª de la clasificación de la nueva Champions, es decir, el último puesto que da el pase a la siguiente fase. Los blancos comparecen en Bérgamo con dos victorias y tres derrotas. Sin embargo, gracias al nuevo formato de la competición, incluso perdiendo este martes en el Gewiss Stadium seguirá teniendo muchas opciones de meterse entre los 24 equipos que se clasifican. Porque aún le restan por jugar dos partidos (en casa con el Salzburgo y fuera con el Brest) y la UEFA sostiene que con 8 puntos valdrá para meterse. Así que ganando a los suizos en el Bernabéu tendrá sellado su billete para la fase de cruces.

Tres derrotas y malas sensaciones en Champions

Pese a ello, la realidad es que los de Ancelotti han dejado malas sensaciones en Europa esta temporada. La indolencia que mostró en Lille, la frustración ante el Milan o la manifiesta inferioridad en Liverpool han ofrecido una imagen de vulnerabilidad de los reyes de Europa que hace mucho que el equipo no mostraba. Es cierto que Carletto está lidiando con una plaga de lesiones nunca vista en el equipo. Para este partido, sin ir más lejos, son bajas Alaba, Carvajal, Militao, Camavinga y Mendy, mientras Bellingham llega tocado y Rodrygo arrastra unas molestias que le hacen ser intermitente en este arranque de temporada. Hay optimismo respecto al inglés, que se echó al suelo en Girona llevándose la mano a la parte inguinal del muslo de su pierna izquierda tras el gol de Arda en Montilivi. Una sobrecarga que los servicios médicos confían que no le impedirá jugar en Bérgamo porque no va a más.

La victoria balsámica en Girona sirvió para alejar fantasmas porque las aguas bajan revueltas en el Bernabéu en torno a la figura de Ancelotti. Hay voces en el club críticas con su trabajo en este inicio de temporada, pero el sábado el vestuario dio un paso adelante en Montilivi y sacó el partido adelante con suficiencia. Preguntado por la receta sobre su continuidad, el italiano fue muy explícito: «El entrenador aguanta si el club aguanta. Si el club no aguanta, el entrenador no aguanta. No hay otra receta». En Girona marcó Mbappé, un jugador de condiciones «particulares y especiales» en palabras del técnico italiano. Al francés le está costando sintonizar con sus compañeros y eso le ha generado una ansiedad y una frustración que le ha llevado a tomar malas decisiones y cometer fallos impropios de él. Pero Kylian comienza a ver la luz según el técnico: «Empieza a tener una buena dinámica y mañana su partido será muy importante para nosotros».

Asencio podría recuperar su posición en el eje de la defensa junto a Rudiger, empujando a Tchouameni al centro del campo, donde faltan jugadores con un perfil más metálico como el suyo. Valverde y Modric deberían acompañarle junto a Bellingham, para dejar arriba a Mbappé y a un Vinicius cuya titularidad el técnico ha dejado en suspenso. No suele recuperar lesionados para el once, pero la importancia del choque y la buena recuperación del brasileño invita a pensar que con él hará una excepción.

Un Atalanta al hombre por todo el campo

Enfrente comparece un Atalanta suicida. Gasperini aplica una presión alta con defensa al hombre por todo el campo, lo que dificultará el Madrid en la salida de balón, pero le abrirá muchas posibilidades en ataque al tener a jugadores desequilibrantes en el uno contra uno como Vinicius o Kylian. Aunque el partido se jugará en el filo de la navaja, preocupa el alto ritmo de juego de los bergamascos. El Madrid ya padeció en Anfield su inferioridad física en un partido de duelo de ida y vuelta. Por eso los blancos tratarán de enfriar el partido con el balón en los pies, o al menos llevarlo lejos del área de Courtois.

El Madrid arrancó la temporada ganando la Supercopa de Europa al Atalanta en un partido en el que se estrenó Mbappé como madridista marcando. Pero este Atalanta, que llega líder de la Serie A, es un equipo más engrasado y con las revoluciones más altas. Un rival que suma 14 partidos sin perder, siendo 12 de ellos triunfos y enlazando nueve victorias en s últimos partidos. Y Ancelotti, que es optimista, avisa: «Este será el partido más difícil de los que quedan en 2024».