El Real Madrid se rompe por el maldito lateral derecho: Carvajal deja un agujero inasumible para Lucas Vázquez

Ahora mismo, el Real Madrid padece un fallo multiorgánico diagnosticado. Tanto en ataque como en defensa, el vigente campeón de Liga y Champions se deshace como un azucarillo. Arriba, Mbappé está siendo el paradigma del intento sin acierto. Pero lo que realmente le preocupa a Carlo Ancelotti es lo que sucede atrás, con seis goles encajados en las dos derrotas (frente al Barça en Liga y contar el Milan en Champions) con las que el conjunto blanco llega al partido contra Osasuna (sábado, 14:00 horas). El equipo echa de menos a los que están y a los que no, pero la ausencia más destacada está siendo la de Dani Carvajal. A diferencia de lo que sucedió en la temporada 2020/2021, Lucas Vázquez no está cubriendo un socavón.

Lucas Vázquez, capitán fuera del campo

Al gallego hay que reconocerle su voluntarismo y, como sucedió frente al Milan, que diese un paso adelante por los suyos. Ejerció como capitán, al revés que Modric, quien se ha ocultado en los fracasos de esta temporada. «La imagen que hemos dado en estos últimos partidos, encajando tantos goles, no es la adecuada. Cuando recibes tanto es difícil ganar. Tanto defender como atacar son cuestiones colectivas. Tenemos que dar mucho más para poder sacar los partidos adelante», analizó con dureza. Sin citarlo expresamente, ponía el foco en los dos de arriba: Mbappé y Vinicius.

La presión de la dupla atacante, en lo que se ha convertido la vanguardia del Real Madrid tras la renuncia del 4-3-3, no es efectiva. Los rivales acceden a la zona de peligro blanca con facilidad. La falta de solidaridad y empaque provoca que jugadores como Lucas Vázquez sufran lo indecible. De hecho, su flanco se ha convertido en uno de los preferidos para hacer daño. Rafael Leao, la estrella irregular del AC Milan, fue su peor pesadilla. El atacante portugués realizó seis regates, llevó a cabo un 85% de pases precisos y dio una asistencia en el tercer y definitivo gol de los ‘rossoneri’ para que Reijnders batiese sin oposición a Lunin.

Leao aprovechó el mejor día para reivindicarse, después de que su compatriota Paulo Fonseca le condenase a la suplencia durante tres encuentros. Tiene un carácter particular, que también se plasma en el campo. Aprovechó la demostración de fuerza para hacer sangre con el rival. Hizo el Bernabéu suyo, porque de sus botas nace el segundo tanto, obra de Morata, tras un disparo duro que Lunin solo consigue rechazar para que el madrileño acierte sin oposición. Con toda la zaga mirando, incluido Lucas Vázquez, protagonista de la foto de celebración del triunfo de Leao.

Extremo reconvertido

El luso publicó una imagen en Instagram donde el jugador blanco aparece tumbado en el suelo, mientras el extremo zurdo sonríe en una de sus múltiples carreras por la banda izquierda. Fue una noche de pesadilla para el de Curtis, al igual que el ‘clásico’, donde Raphinha le caricaturizó. La extrema movilidad del brasileño hizo que perdiese la marca continuamente. En el 0-1 se queda enganchado con Lewandowski y no le acompaña en el desmarque. Al revés, va hacia adelante y crea una autopista que el polaco aprovechó a la perfección.

En el segundo gol del FC Barcelona no es capaz de marcar a nadie y se genera un hueco en el centro de la zaga que vuelve a aprovechar el polaco, con la connivencia de la pareja de centrales del Real Madrid, Rüdiger y Militao. La dupla titular de Ancelotti es un cruce de caminos que termina por desabrochar a unos laterales imprecisos e inconsistentes, como se están mostrando Lucas Vázquez y Mendy. Pero si hay una imagen que retrata al gallego es el tercer tanto azulgrana, en el que descuida por completo a Raphinha. El único momento en el que el de Curtis se siente cómodo es cuando ataca y así se refleja en su mapa de calor, muy diferente en cuanto a zonas de influencia al de Carvajal.

Lucas Vázquez es un ejemplo de conversión forzada como tantos que se han dado en los últimos tiempos en un Real Madrid que, ante la carestía provocada por las lesiones, ha optado por una cerrazón interna. El capitán era extremo y sigue pensando como tal en muchas ocasiones, pero en 2020, Zidane optó por el gallego como recurso de emergencia tras las lesiones del propio Carvajal, Odriozola y Nacho. La fórmula funcionó, al igual que en otros episodios del pasado. Pero en esta ocasión, Lucas Vázquez se ha unido a la nómina de laterales derechos frutados del Real Madrid.

Fortea, la esperanza

Además de Odriozola, en la lista de proyectos fallidos están Vinicius Tobías, Danilo, Marvin… El último proyecto de futuro lateral derecho fue Achraf Hakimi. Ahora, en la cantera asoma Jesús Fortea, un juvenil que ha saltado varias etapas y es una de las grandes promesas de la cantera madridista. Su fichaje por ‘La Fábrica’ rompió el pacto de no agresión con el Atlético, al que llegó desde la cantera del Levante. Diestro, con 1,80 metros, acumula diez partidos en la Youth League, la Champions juvenil, y forma parte del Real Madrid C de Segunda RFEF. Está por delante de cualquier lateral del Castilla.

Dani Carvajal dijo adiós a la temporada después de sufrir tres roturas en su pierna derecha: rotura del ligamento cruzado anterior, rotura del ligamento colateral externo y rotura del tendón poplíteo. Por lo que Ancelotti necesita urgentemente una solución para un flanco que adolece de una debilidad intrínseca a este Real Madrid: la falta de solidaridad. El italiano siempre ha sido firme con las jerarquías, aunque no ha tenido miedo a los experimentos. Valverde ya jugó en su día como lateral derecho, aunque sin demasiado éxito. Militao también podría ejercer en banda. Osasuna volverá a examinar a Lucas Vázquez. En concreto, Bryan Zaragoza, otro extremo eléctrico que pondrá al límite a un futbolista que se juega el puesto. No será el único.