A nadie le amarga un dulce. Y más si tiene forma de millonada. Este jueves, Rafa Nadal y Carlos Alcaraz se enfrentarán por última vez en una pista de tenis con el aliciente de llegar a la final del Six Kings Slam, ese torneo de exhibición que se ha sacado de la manga Arabia Saudí para reunir a seis de las mejores raquetas del mundo a cambio de pagarles una millonada solo por estar (1,5 millones por cabeza). Y otra aún mayor (6 millones) para el que consiga ganarlo.
Será, por tanto, el mayor premio jamás repartido en un torneo de tenis, y eso que se trata de una simple exhibición. Pero ya se sabe, y muy bien en el mundo del deporte, que los petrodólares han llegado desde hace tiempo con fuerza para quedarse. Y se están abriendo paso a base de exprimir una chequera que parece que no tiene fin, y que están usando a conciencia para lavar su deteriorada imagen ante el mundo atrayendo a lo mejor, en este caso del tenis.
De paso, serán los artífices de entregarle al mundo del tenis un último Nadal-Alcaraz, que de esos no ha habido muchos, en buena medida por las lesiones del balear, que han impedido que compitiera en el tramo final de su carrera, justo el del despegue del murciano. Esas que ya no permitirán que haya más.
El tenista manacorí anunció hace unos días que se retirará en noviembre, por lo que solamente tiene ya por delante dos citas en el calendario: el citado Six Kings Slam y las finales de la Copa Davis. O lo que es lo mismo, en Arabia, el ganador de 22 Grand Slam se enfrenta a su penúltimo baile como tenista, y arrancará en semifinales midiéndose a su heredero, que este miércoles se deshizo sin problemas de Holger Rune (6-4; 6-2). Y quién sabe si, de ganar, concederse un último baile con su eterno rival Novak Djokovic en la final. Algo que a estas alturas no parece preocuparle en exceso.
Un duelo con Djokovic en el horizonte
«Ya hemos jugado las suficientes veces, no necesitamos jugar de nuevo. Siempre ha sido un gran reto. Ha sido un gran rival y un jugador que siempre me ha llevado al nivel más alto, hasta el límite. Creo que es una sensación que compartimos con Novak y con Roger, que nos hemos llevado mutuamente a otro nivel. Los tres hemos ido mejorando para ser capaz de competir con el otro y poder tener éxito. Claro que he disfrutado de esa rivalidad. Lo bonito del deporte es intentar ser mejor cada día. Tener grandes oponentes delante te hace tener una mejor perspectiva de cómo tienes que hacerlo», reconoció a su llegada a Arabia Nadal, que también tuvo palabras de elogio para su primer rival y su gran rival generacional.
«Son muy jóvenes. Ya están logrando cosas increíbles, ganando Grand Slams y Masters 1.000, con grandes números. Carlos (Alcaraz) y Jannik (Sinner), especialmente, estos dos chicos están haciendo cosas especiales, así que les deseo todo lo mejor para seguir creciendo en todas las maneras. Son ya grandes estrellas y estoy seguro de que si si pueden quedarse libres de las lesiones, construirán una carrera increíble”, reconoció Nadal, que antes de su retirada disfrutará de su quinto partido contra Alcaraz.
Tres partidos oficiales (Madrid 2021, Indian Wells 2022 y Madrid 2022) más otro de exhibición (Slam de Netfix) hasta ahora. El balance total está igualado con dos victorias para cada uno, aunque la segunda victoria de Alcaraz llegó en partido no oficial. La rivalidad contra Novak Djokovic, por su parte, tiene muchos más capítulos; 60 veces se han visto las caras entre ambos con 31 victorias para el serbio y 29 para el español.