Y Montjuïc se entusiasmó con el Barça. Venía la hinchada con el ánimo revitalizado tres días de ver cómo sus chicos volteaban al Madrid con cinco goles, y una segunda mano, aunque fuera al Betis, redobló el entusiasmo. «Es muy bonito ver la conexión que hay en el campo y también con la grada», reconoció Hansi Flick al ver que la química de transmite en los dos sentidos. «Hemos sentido a la gente», subrayó.
Pedía el técnico que el equipo jugara con el mismo espíritu y la misma concentración. Fueron tan obedientes y fieles sus muchachos que volvieron a marcar cinco goles. En realidad, fueron siete, dos anulados por el VAR. «Era muy importante ganar hoy», admitió el técnico alemán; sobre todo, por continuar vivo en la Copa, pero también para no perder el crédito obtenido en Arabia Saudí.
El festival goleador llegó sin Lewandowski, en el banquillo, y con Dani Olmo en su lugar. No marcó, ni falta que hizo. «Dani sabe jugar de nueve perfectamente, lo ha hecho con la selección española», dijo para justificar su elección por delante, por ejemplo, de Ferran Torres. A Flick le complació la respuesta general del grupo a partir, sin embargo, del dominio abrumador que ejerció su equipo desde el principio.
«Pedri está siempre en todas partes. Es un centrocampista total, es increíble lo que hace, defensivamente y en ataque, cómo se comporta en el campo», dijo con admiración del interior canario, al que considera «un líder» y a quien le atribuía el mérito de esa conexión interna de los mecanismos del equipo, y la proyección que brota hacia la grada. «Es increíble ver a los jóvenes de La Masia cómo combinan en el juego», repitió.
Al tinerfeño Pedri se le considera prácticamente un canterano. Lo es Gavi, que ya se ha ganado el aprecio de Flick como logró enamorar a Xavi Hernández. «Siempre está presente en la presión, gana duelos hombre a hombre, pero sabe jugar el balón también», explicó del primer goleador ante el Madrid y el Betis en sendas llegadas por la mitad izquierda del ataque siendo el interior derecho.
Lamine, después de Messi
Gavi dijo que Lamine Yamal era «el mejor jugador del mundo después de Messi», y Flick no le corrigió. «Gavi es muy emocional. La respuesta es que sí. En los grandes partidos brilla como los grandes talentos, esta en muy buen momento de forma. Es muy brillante, realmente es muy brillante, y le tenemos que cuidar”, comentó el entrenador, que tardó en retirar al extremo del campo.
Sustituyó también a Araujo, a quien le necesitará para todos los partidos tras la lesión de Iñigo. Al capitán en el once inicial frente al Betis la grada le ovacionó, tal que intuyera que, efectivamente, el central uruguayo se quedará en el Barça. «Nos da algo especial», destacó Flick, que no tiene dudas sobre su continuidad porque «tiene un año y medio de contrato».
Mucho más incierto es el futuro de Ansu Fati, que por tercer partido quedó excluido de la convocatoria. El técnico ya había adelantado que el delantero no ha recuperado el nivel después de la segunda lesión de la temporada.