Miras a un lado, miras a otro y acabas encontrándote a las dos estrellas del Barça actual, del Barça (aún) líder, del Barça recuperado, del Barça que se reencontró en Palma de Mallorca (1-5). Y si a un lado está la tremenda juventud y desparpajo de Lamine Yamal, al otro está la fogosidad, el fútbol y, sobre todo, la eficacia y los goles de alguien como Raphael Diaz Belloli (Porto Alegre, Brasil, 1996), que se ha convertido, según muchos, en el mejor futbolista europeo del momento.
Raphinha para todos es, en estos momentos, el espejo en el que se mira todo el mundo, es uno de los capitanes (“el brazalete no te convierte en nada especial, el brazalete no te garantiza nada”, explica el brasileño, que sí busca el cariño de los suyos, del vestuario), autor de 16 goles y 10 asistencias.
El brasileño, de 27 años, reconoció, dos días después de la victoria por goleada (0-4) del Barça en el majestuoso Santiago Bernabéu (“marqué mi primer gol en un clásico, después de conseguir mi primer triplete en Champions ante el Bayern de Munich”), que, el pasado verano, se veía fuera del Barça.
“Tuve la sensación de que el club no me quería”, comentó Raphinha en una extensa entrevista que concedió a Alberto Hernández, de Zamora, que posee un canal en YouTube llamado @LoSimpleNoVale, donde conversa con todo tipo de profesionales y personajes de un montón de mundos.
«Le estoy muy agradecido a Xavi. Si un entrenador no te quiere, el club no te ficha. Y Xavi siempre me quiso, incluso cuando el Barça no tenía ‘fair play’ para contratarme. Siempre le estaré eternamente agradecido»
Hernández logró una charla muy amena con la estrella brasileña del Barça donde el jugador reconoció lo mucho que sufrió este verano. Eso sí, en la charla no aparece, en ningún momento, el nombre de Nico Williams, que era el futbolista con el que el Barça pretendía moverle la silla al actual nº 1 de la plantilla culé.
Raphinha, que en la conversación reconoce que los futbolistas que le inspiraron fueron Ronaldinho y Neymar, confiesa que, desde que llegó a Europa, a través del Vitoria de Guimaraes, su obsesión y así se lo hizo saber a Deco, que era su representante, era jugar algún día en el Barça.
Barça, solo Barça
“Yo no quería jugar en el Barça, yo no quería vestir la camiseta del Barça, yo quería hacer historia en el Barça, dejarme la sangre por ese club. Yo quería, desde siempre, jugar en el Barça, por eso, la primera vez que Deco, pasados mis primeros años en Europa, me nombró la palabra Barça, le dije que lo dejase todo, que se olvidase de los contactos con cualquier otro club, porque yo quería ir al Barça. Ese fue, siempre, mi sueño de pequeñito”,
Raphinha, que elogia la Premier League por encima de cualquier otro campeonato, “porque allí nunca sabes quién va a ganar, nadie tiene miedo de nadie, nadie piensa en defender y los estadios y las aficiones son espectaculares”, confiesa que no hay nada en esta vida como jugar en el Camp Nou con la camiseta del Barça.
El goleador azulgrana elogia enormemente a Xavi Hernández y le está eternamente agradecido por haberle ayudado a cumplir su sueño: vestir la camiseta del Barça. “Yo siempre he tenido una cosa muy clara: si un entrenador no te quiere, su club no te ficha. Por tanto, yo estoy en el Barça porque Xavi me quiso y eso se lo agradeceré toda la vida. El Barça tenía problemas de ‘fair play’, según me comentaba Deco en aquellos días, pero Xavi insistió en que debían ficharme”.
“Aquel fue un verano (el que fichó por el Barça) muy duro para mí. Mi móvil no cesaba de recibir mensajes de todo el mundo, pero yo y Deco teníamos claro que solo queríamos ir al Barça y, finalmente, se pudo hacer la operación”, recuerda Raphinha, que pasa de puntillas sobre sus dos primeras temporadas, aunque celebra los títulos con Xavi y lamenta la pasada campaña a cero. “Cuando tú estás en el Barça no puedes plantearte no ganar títulos. Estás en el Barça para ganarlo todo. Ese ha sido, es y será el objetivo de este club, porque es uno de los más grandes del mundo”.
«No debes estar donde no te quieran y tuve la sensación de que no me querían. Este verano habían muchos clubs que me querían, pero yo decidí quedarme en el Barça porque yo no vine aquí para fichar por el Barça, para vestir su camiseta. Vine aquí a hacer historia y aún no lo he hecho»
Y, tras esos momentos, Raphinha afronta al explicación más dura de todas, que fue cuando, el pasado verano, tuvo la sensación e, incluso, pruebas de que el Barça quería prescindir de él, como anteriormente había ocurrido con el holandés Frankie De Jong.
“Cuando empiezas a oír ruido, cuando lees que el club te quiere vender, que no cuentan contigo, cuando escuchas que la afición no te quiere, que te llaman de todo lo malo posible, es imposible que no te plantees salir, abandonar el club, pues yo nunca quiero ser un problema para el Barça”, explica Raphinha.
El brasileño, al que se le nota en todo momento sumamente sincero, muy distendido en la charla, confiesa que “yo soy de los que piensa que no debes estar donde no te quieran. Eso lo tengo muy claro, desde niño. Si no me quieren, no hay necesidad de pelear por seguir donde no te quieren. Yo solo quiero estar allí donde me quieran. Y la verdad es que este verano había muchos clubs que me querían”.
Mera mercancía
La estrella brasileña reconoce que, una vez acababa la Copa América, pasó unos días muy malos. “Trataba de que mi cabeza descansase, me preparaba para una temporada nueva, pero no paraban de llegarme mensajes de que me quería vender…y eso me complicaba la vida. En ese momento”, sigue explicando Raphinha, “me sentí como si fuese una mercancía. Bueno, en realidad, yo creo que todos los futbolistas en algún momento nos hemos sentido una mercancía”.
Raphinha reconoce que “a veces, las personas que están en el fútbol hacen lo que quieren contigo y, cuando nosotros hacemos algo, nos critican. A veces pienso que la gente no se da cuenta de que somos personas, tenemos sentimientos, tenemos una familia, hijos y no es agradable oír o leer determinadas cosas. Yo soy muy caliente y estas cosas me afectan. He madurado, pero conmigo no van a hacer lo que quieran, porque soy una persona que sabe lo que quiere, que pelea por sus objetivos y por su familia”.
«Muchos futbolistas nos sentimos como mercancías. Hacen con nosotros lo que quieren. Cuando hubo todo aquel ruido, hablé con Natalia, mi esposa, teníamos contrato y decidimos que nos quedábamos aquí. Teníamos un reto que cumplir: habíamos venido a triunfar»
La estrella azulgrana explica con sumo detalle y hasta con cierta emoción en su voz aquellos momentos de tristeza y un puntito de desesperación al no entender lo que le estaba pasando: el club de sus amores dudaba de él, quería venderlo. “Sí, sí, este verano llegué a pensar en dejar el Barça, porque tuve la sensación de que no me querían. Hubo un momento que me senté a reflexionar con Natalia, mi esposa, y, después de darle muchas vueltas, decidimos que queríamos quedarnos en el Barça, porque ése había sido siempre mi sueño”.
Raphinha dice que él quiere, en el futuro, que su hijo se sienta orgulloso de lo que ha hecho su padre en el fútbol y, sobre todo, de cómo triunfó en el Barça, el club de sus sueños. “Si tras la conversación con Natalia decidimos quedarnos, fue porque pensábamos que aún no le habíamos dado a este club, al Barça, todo lo que tenemos dentro, todo lo que queremos ganar aquí. Tenía contrato con el Barç y tenía un reto que cumplir, debía intentar cumplirlo. Repito: yo no quería jugar en el Barça, yo no quería vestir esta camiseta, yo quería triunfar en el Barça. Lo dije el primer día que llegué: estoy aquí para hacer historia en el Barça y eso todavía no ha sucedido. Me quedé porque aún me quedaba mucho por hacer, por demostrar, por darle a este club, aunque hubiese gente que no se fiaba de mí. Y lo estoy consiguiendo”.
Raphinha también habla, en @LoSimpleNoVale, de la llegada de Hansi Flick al Barça y lo que supuso para él el cambio en el banquillo azulgrana, repito, siempre agradeciéndole infinitamente a Xavi Hernández todo lo que hizo por él. “Cuando llegó Flick, hablé con Natalia, sí, y con mis mejores amigos y pensé, bueno, quizás el entrenador ya tenga en su cabeza un equipo determinado y puede que dejes de jugar, pero, en ese sentido, yo siempre he estado tranquilo allí donde he ido”.
¿Tranquilo? ¿Por qué? Llegaba un nuevo entrenador, al parecer o, como se ha podido comprobar en pocos meses, distinto al que había. “Tranquilo”, le sigue relatando Raphinha a Alberto Hernández, “porque, si dependía de mí, sabía que viéndome trabajar duro durante una semana se iba a enamorar de mí. Si lo conseguí en todos los clubs donde estuve y con todos los entrenadores que he tenido, incluidos tres seleccionadores brasileños en muy poco tiempo, la cosa no iba a ser distinta con Hansi Flick. Todo es trabajo y sabía que Flick le encantaría mi manera de trabajar”.
La ayuda de Thiago
En ese sentido, es muy importante el detalle, el reconocimiento, que tiene Raphinha con Thiago Alcántara, ayudante de Flick durante los primeros meses. “He de reconocer que, en esos momentos, la presencia, la ayuda, la participación de Thiago (Alcántara, el exfutbolista que se convirtió en el introductor de Hansi Flick en el Barça) fue muy importante para mí. Su presencia me ayudó muchísimo en esos primeros meses”.
Cuando Alberto Hernández le señala la importancia de haber sido elegido como uno de los capitanes y lucir ya en un montón de partidos el brazalete, Raphinha, insisto, dentro de una charla tremendamente sincera, le reconoce que esas cosas no son tan importantes. Bueno, lo son, pero el brasileño cree que llevar el brazalete es otra cosa.
«Cuando llegó Flick estaba tranquilo. sabía que en cuanto me viera trabajar duro durante una semana, se iba a enamorar de mí. Me ha pasado con todos los entrenadores que he tenido e, incluso, con los tres seleccionadores que ha tenido Brasil en muy poco tiempo»
“El brazalete no te garantiza nada. Un brazalete no te garantiza que vayas a estar aquí muchos años”, cuenta el goleador brasileño. “Lo importante es llevarte bien con los compañeros y, en ese sentido, he de agradecer a los veteranos como Busi, Jordi, ‘Gueri’ (Piqué), Sergi…que me recibieran tan bien. Es muy importante sentirte querido en el vestuario, que los veteranos te hagan sentirte bien. Fui recibido muy bien y yo, ahora, trato de hacer lo mismo con los canteranos. Hay que ayudarles, hacer que se sientan especiales”.
Cambio de mentalidad
Cuando le preguntan qué ha cambiado en su vida, en su entrenamiento, en su preparación, en su fútbol, para conseguir el protagonismo que tiene en el actual Barça, para que lleguen los goles, Raphinha asegura que no ha cambiado nada, nada. “De verdad, no hago nada que no estuviese haciendo antes. Cuido mi cuerpo porque es nuestra herramienta”. Y, entonces, pone un ejemplo del que se habla mucho en Brasil. “Cuando vas al teatro, ves la obra, lo que hay en el escenario, pero nadie intuye, sospecha, el duro trabajo que hay detrás de un escenario para prepararlo todo, para que todo salga bien, para que el público disfrute de la representación. Pues el fútbol es igual, nosotros hacemos un trabajo, detrás del escenario, que nadie ve y que es vital para que la obra salga bien y nuestros aficionados disfruten”.
Cómo no, llega el momento de hablar del relevo entre Hansi Flick y Xavi Hernández y, lógicamente, Raphinha agradece a ambos técnicos el cariño y las oportunidades que le han dado para que pueda cumplir su sueño de jugar en el Barça.
“¿Qué ha cambiado?”, se pregunta también Raphinha, “pues yo creo que la mentalidad de los jugadores. Somos nosotros los que salimos al campo, los que jugamos, los que tenemos que seguir las indicaciones de los técnicos, los que jugamos de una manera u otra, los que defendemos y atacamos. No son ellos, no era Xavi ni lo es ahora Flick”.
«¿Lamine Yamal?, es nuestro ‘maninho’ (hermanito). Lo quiero mucho y quiero acompañarle en su trayecto. Es y será uno de los mejores del mundo. Hay que tener paciencia con él y, sobre todo, disfrutar de su magia. Nos toca arropar a los canteranos y que se sientan especiales, queridos»
Raphinha cree que “el mejor entrenador del mundo, el mejor, nunca ganará si los jugadores no están dispuestos a trabajar duro y con mentalidad ganadora. No ganará nada, nada. La cabeza nuestra es vital, hay que trabajar duro y dar lo mejor de cada uno. Veníamos de un año con cero títulos y había que dar el 200 por 100 este año”.
Y, claro, cómo no había que hablar de Lamine Yamal, la pareja de baile del fenómeno brasileño, el dúo que mantiene allá arriba al Barça. “Estamos frente al que será uno de los mejores jugadores del mundo durante los próximos años, de eso no tengo duda yo ni tiene duda nadie”, comienza diciendo Raphinha sobre el fútbol que atesora el canterano culé. “Es nuestro ‘maninho’ (hermanito, hermano pequeño), al que le tenemos un cariño especial. Mire, cuando subió a entrenar con nosotros los primeros días, todos vimos el potencial que tenía. Lo único que tenemos que hacer es espera y disfrutar de su magia. Si de algo estoy orgulloso y me siento muy feliz es de compartir vestuario, entrenamiento y juego con él. Lo quiero mucho y quiero acompañarle en su trayecto”.
Después de repasar el buen momento del Barça y, sobre todo, su extraordinario momento goleador, la estrella brasileña deja una frase muy ilusionante para los culés: “Estamos bien, estamos trabajando duro, queremos ganarlo todo porque esto es el Barça. Solo puedo decir que la semana más importante está por llegar y, cuando, llegue, la gente se dará cuenta, sí”.