Estaba abatido. Sin respuestas. Y no hay nada peor para Míchel que quedarse sin argumentos. El 2-1 del Mallorca, que jugó con 10 durante una hora, dejó al técnico del Girona «preocupado de verdad», como él mismo confesó. «Estamos bastante tocados. Estoy muy, muy molesto. No hemos hecho las cosas bien. No me gusta nada lo que he visto», ha precisado el entrenador de Vallecas, que ha asistido con impotencia al sexto partido sin ganar de su equipo.
«Parecía que el Mallorca se jugaba más que nosotros y eso no me gusta nada», ha dicho Míchel, lamentando que el Girona «no haya competido por el partido» ni siquiera cuando ha tenido la superioridad númérica por la expulsión de Muriqi. «No puede ser que nos ganen solo por la mentalidad. He visto un equipo que se jugaba mucho y otro», ha denunciado el entrenador madrileño.
«No puede ser que nos ganen solo por la mentalidad. He visto un equipo que se jugaba mucho y otro»
«No estábamos conectados ni en ataque ni tampoco en defensa», ha añadido después Míchel. El Girona ha regalado los dos goles del Mallorca. El 1-1 a la salida de un córner a favor que acabó en el tanto de Larin. Y el 2-1 «por una desgracia», según ha calificado el entrenador, en «esa falta de comunicación» entre Juanpe y Gazaniga.
«No quiero culpabilizar a nadie. Es una desgracia que puede pasar a cualquiera, pero a nivel mental nos ha hecho daño», ha admitido el técnico del Girona, explicando que «después de la expulsión de Muriqi ha habido demasiada precipitación porque hemos tenido más prisa que fútbol».
Andaba desconcertado Míchel. «Estoy preocupado de verdad», llegó a decir hasta en un par de ocasiones. «Estoy convencido de que con esta plantilla podemos luchar por Europa si hacemos las cosas bien. Así, no», ha comentado el técnico, arrogándose toda la responsabilidad de la caída de un equipo que no se reconoce a sí mismo. «Ahora mismo no puede luchar por Europa. Estoy preocupado por mí. Yo no he tocado la tecla. Es responsabilidad mía. Es mi preocupación».