Del primer clásico al primer derbi transita Hansi Flick. En una semana habrá conocido dos de los partidos más emblemáticos de la vida barcelonista, además de una cita emotiva frente al Bayern de Múnich, su exclub. Del Bernabéu se marchó como un emperador, incontestable el marcador y su plan de partido. En Montjuïc le respalda, antes del duelo con el Espanyol, que regresa a su antigua casa pero como visitante, la imbatibilidad en los seis partidos disputados y un apoyo cada vez mayor de la hinchada, entusiasmada con el Flick Team.
Y Flick suspendería el partido, atendiendo a la gravedad de lo sucedido en Valencia. No solo el del Barça o los de la Liga o los del futbol, sino toda la jornada deportiva. «Es una tragedia increíble para Valencia y España», argumentaba el técnico, que recordaba una catástrofe similar en Alemania hace tres años. Otros han tomado la decisión por él -«no es fácil tomarla», confesó- , y el Alavés-Mallorca del viernes abrió la jornada, plasmando la indiferencia de LaLiga. «Hemos hablado con Ferran», dijo el técnico sobre el mayor afectado de la plantilla por tratarse de la zona donde nació y donde tiene a sus principales allegados.
«Un derbi duro»
La rivalidad colorea el duelo entre los equipos barceloneses, distanciados por el abismo que separa al 1º del 17º en la clasificación y 20 puntos de diferencia. «Entiendo lo que es un derbi y sé que será un partido duro para nosotros», admite Flick, asumiendo que la exigencia corre a cuenta del Barça. Por local, por mayor y por líder.
Ferran, lesionado, no participará en el derbi. Tampoco Ronald Araujo, que se incorporará tras el parón, igual que Eric Garcia. La ausencia de los centrales (también lo es Thomas Christensen) no ha pasado factura al Barça. Entre Pau Cubarsí e Iñigo Martínez se apañan más que estupendamente.
La relación Cubarsí-Iñigo
Ha sido la pareja titular en 12 de los 14 partidos, sólo rota por la entrada de Sergi Domínguez para acompañar a uno o a otro. «Esta relación estable ha ayudado mucho a desplegar el estilo que queremos promover», admitía Flick, subrayando que para Cubarsí e Iñigo «no es fácil mantener la concentración los 90 minutos y en todos los partidos». Para ellos mucho menos, habida cuenta de la necesidad de fijar y adelantar la línea del fuera de juego avanzado, una de las señas de identidad del Barça.
Flick empieza a gestionar ahora la abundancia de efectivos y no la carestía de las primeras semanas. Hay seis bajas y llegaron a coincidir ocho lesionados.
Hablar más con los jugadores
«Un entrenador desea tener el máximo de jugadores posibles, pero cuando tienes toda la plantilla operativa tienes que gestionarlo y hablar más con los jugadores. No tengo problema en explicar al jugador por qué no juega, qué plan tengo para él, cómo puede hacerlo mejor y cuál es su potencial», comentó.
Líder con seis puntos de ventaja sobre el Madrid, al que apaleó en el enfrentamiento directo todavía no convierten al Barça en el favorito para el título.
«El camino es muy largo y pueden suceder muchas cosas. Estamos en una buena dinámica y hay muy buen humor, pero tenemos que seguir en esta línea».
«El camino es muy largo y pueden suceder muchas cosas», avisaba, sin negar tampoco que «estamos en una buena dinámica y hay muy buen humor, pero tenemos que seguir en esta línea». El técnico llamó al grupo a no bajar los brazos. También prefiere gestionar la euforia y, de momento, es lo que hace. Si jugamos mañana como el entrenamiento de hoy, la afición estará muy contenta», aventuraba.