Continúa dándole vueltas Pep Guardiola, buscando respuestas al porqué del inaudito derrumbe de su Manchester City. Podría encontrarlas en las lesiones -ninguna tan determinante para el juego de posición como la de Rodri, vigente Balón de Oro-; en la mala dinámica de piezas capitales (Haaland); en el efecto efervescente de quien podía revitalizar al equipo (Savinho); en la endeblez defensiva producto del descontrol y los errores individuales que resultan fatales (Nunes); en la melancolía trasladada al crudo presente (Gündogan, De Bruyne); o, simplemente, en el desgaste emocional de un equipo campeón de Europa en Estambul en 2023, y que, con el técnico de Santpedor, ha conquistado seis títulos de la Premier League.
A expensas de salvar en pescuezo en la Champions en el Parque de los Príncipes frente al PSG de otro ilustre exbarcelonista en problemas, Luis Enrique Martínez (22 de enero), Guardiola, que no dudó en renovar su contrato con la entidad ‘cityzen’ hasta junio de 2027, trata de adquirir mejor color en la liga. Tendrá una buena oportunidad en el Etihad este jueves frente al Everton en la tradicional jornada del Boxing Day (13.30h), rival que marcha decimoquinto en la tabla y está a cuatro puntos de los puestos de descenso.
Racha estructural
Resulta, sin embargo, que el Manchester City está sufriendo una racha que tiene ya mucho de estructural. Sólo así puede entenderse que de los últimos 12 partidos disputados haya perdido nueve y empatado dos. Una dinámica negativa con la que Guardiola nunca había tenido que lidiar durante su carrera como entrenador. El Liverpool, líder de la Premier, le aventaja en 12 puntos. Y el equipo ‘skyblue’, séptimo, está incluso fuera de los puestos europeos.
Además, Erling Haaland, segundo máximo goleador del torneo (13) sólo por detrás de Salah (15), está recibiendo críticas por su esporádico apagón. El ariete noruego sólo ha marcado un gol en los últimos seis partidos de la Premier. Una tropelía para los analistas numéricos.
«Se trata de nosotros, no sólo de un jugador (…). Cuando marcábamos goles y Erling [Haaland] era tan prolífico, era también gracias al equipo (…). Y cuando tienes problemas atrás, o en el medio, es por todos. Es por el equipo. Erling ha sido, es y será muy importante. Tenemos que intentar hacer las cosas mejor, utilizarle mejor», argumentó Guardiola.
El técnico del Manchester City, que el próximo 18 de enero cumplirá 54 años, continúa defendiendo a sus futbolistas. «Están corriendo más que nunca». Por lo que invita a buscar las respuestas a la pésima dinámica en esos «muchos detalles» que han convertido al City en un equipo demasiado imprevisible. Aún está a tiempo para la redención.