Aleix Espargaró correrá, el domingo, su último Gran Premio, el 339 de su extensa carrera. Jorge Martín peleará por el título grande, con Ducati, antes de dar el salto a Aprilia. Maverick Viñales va de Aprilia a KTM. Y Marc Márquez, tras una temporada brillantísima, con tres victorias (las mismas, de momento, que ‘Martinator’), dejará el equipo satélite de Gresini para pilotar una Ducati ‘pata negra’ oficial, en el Ducati Lenovo.
Márquez comentó este jueves en Montmeló que no está demasiado inquieto por acabar el Mundial, su excelente Mundial, con una ‘Desmo’ del pasado año, en tercera posición. Aunque le hace ilusión estar en el podio final de MotoGP. “Mejor terminar tercero que cuarto pero, sobre todo, lo que sí quiero es hacer un buen fin de semana, el mejor posible, para agradecerle al equipo Gresini todo lo que me ha dado, pues he renacido con ellos y, en tan solo un año, se ha convertido en un equipo estupendo para mí”.
«He renacido. Era un año de buscar respuestas. Tenía muchas preguntas en mi cabeza. La pregunta principal era: ¿Sigo siendo competitivo para codearme con los mejores de MotoGP? Y la respuesta ha sido sí, sí lo soy”.
Ni que decir tiene que Márquez tiene muchas ganas de probar, el próximo martes, aquí, en el Circuit, la Ducati-2025. Pero, antes, quiere agradecerle al equipo Gresini lo bien que le ha tratado. “El objetivo principal de este año era encontrar el ambiente adecuado en un equipo para reencontrarme yo mismo. ¿Y eso qué significa? Pues mucha paciencia, ir quemando etapas, ir consiguiendo resultados que demuestren esa progresión y, sobre todo, que sean realistas no optimistas. Y lo hemos logrado. Hemos cumplido todos los objetivos que nos había marcado y nuestra felicidad, ese éxito, quedó plasmado en la cena que tuvimos todo el equipo, que fue tremendamente emotiva”.
El ocho veces campeón del mundo reconoció: “No me había encontrado nunca en mi carrera deportiva con un año así. Espero, por descontado, no volver a vivirlo, aunque nunca se puede asegurar. Era un año de buscar respuestas. Tenía muchas preguntas en mi cabeza y era un año de obtener respuestas y, sí, las he ido encontrando de forma positiva. La pregunta principal era: ¿Sigo siendo competitivo para codearme con los mejores de MotoGP? Y la respuesta ha sido sí, sí lo soy”.
Olvidando el 2019
MM93 no cree, pese a su gran renacimiento, que vuelva a ser el piloto dominador de 2019. “No lo creo, no. La vida pasa para todos, los que estamos aquí y los que están por llegar. Pero intentaremos mantener, la próxima temporada, la línea ascendente que hemos logrado este año”.
No le quedó más remedio que reconocer que, en algún momento de la temporada, aunque fuese por poco tiempo, uno o dos meses, llegó a pensar que podía ser campeón este mismo año. “Hubo gente, sí, que en Le Mans y Montmeló decía que lucharía por el título. Y sí, llegué a pensar en ello porque, matemáticamente, tenía posibilidades. Pero cuando llegamos a Mugello y Assen me di cuenta de que era imposible. Se me despejaron las dudas. ¿El año que viene? Bueno, parece que lo tengo todo para poder pelear por el título”.
«Hubo gente que, en Le Mans y Montmeló, decía que lucharía por el título y, sí, llegué a pensarlo porque, matemáticamente, tenía posibilidades. Pero cuando llegamos a Mugello y Assen, me di cuenta de que era imposible»
Ni que decir tiene que el joven de Cervera (Lleida), ahora residente en Madrid, ve con más posibilidades de éxito a Jorge Martín que a ‘Pecco’ Bagnaia. “Pero las carreras son muy, muy especiales. Nunca puedes decir que está hecho. Eso sí, Martín tiene un montón de posibilidades y caminos para alcanzar el título. Y ‘Pecco’ solo tiene un camino: ganar el sábado y el domingo y, aun así, puede que no renueve el título”.
La charla con el ocho veces campeón del mundo se cerró, de nuevo, hablando del futuro, no solo del martes que viene, cuando se subirá a la Ducati oficial de 2025. Sino sobre sus posibilidades de ganar su noveno título. “No puedo hablar de esas cosas, no puedo. Me hace muchísima ilusión, pero hace un año, pensaba en retirarme y, ahora, no me entra en la cabeza dejar de correr”.