El Real Madrid afronta este 2025, como advertía Carlo Ancelotti en su primera rueda de prensa este jueves, «un reto que nos ilusiona mucho». Los blancos han conquistado los dos títulos que se han puesto en liza hasta ahora (Supercopa de Europa y Copa Intercontinental) y tienen ante sí el desafío de conquistar hasta siete títulos, si son capaces de ganar la Supercopa de España (que se jugará la semana que vienen en Arabia), la Copa del Rey, la Liga, la Champions League y el Mundial de Clubes. Un reto deportivo que nadie ha logrado hasta la fecha en la historia del fútbol actual, ya que la última competición es de nueva creación. Para ello Carlo Ancelotti ha afrontado un plan que emula al de Diego Pablo Simeone, apostando por ir partido a partido y competición a competición.
Batir el récord de ingresos por premios
Pero más allá de lo deportivo, desde las oficinas del club se advierte que la conquista de esos títulos, especialmente de los dos últimos, más allá de una gesta futbolística sería una inyección económica muy importante para el club. Ya que si los blancos fuesen capaces de ganar la Champions y el Mundial de Clubes podrían embolsarse una cantidad cercana a los 220 millones de euros. Una importante cifra para ingresar en las arcas, supliendo la falta de ingresos por recursos que no están entrando como los de explotación por los conciertos y eventos en el estadio. Además de ayudar a superar el sobrecoste de las obras de remodelación del estadio Santiago Bernabéu, que han triplicado la inversión inicial superando los 1.500 millones de euros de coste.
En el caso de la Champions, que estrena formato en esta edición con la apuesta de la UEFA para hacer frente a la amenaza de la Superliga, hay que recordar que la pasada temporada el Real Madrid se embolsó 119.250.000 euros por ser campeón de la competición. Cantidad resultante de varios pagos que reciben los blancos a lo largo de su participación en la Champions League por su participación en la fase de grupos y luego en las distintas fases eliminatorias, además de por las victorias y empates conseguidos durante el camino hasta la final de Wembley. Una cantidad que, de repetirse la presencia de los blancos en la final de Múnich en junio, volvería a dejar una cifra parecida, más allá de los ingresos por taquilla, al ser cuatro partidos más en caso de no clasificarse entre los ocho primeros, como parece.
Si el montante por la Champions se acercaría a esos 120 millones de euros, el del ser el primer campeón del Mundial de Clubes llegaría a 100 millones. Ya que los parámetros de ingresos que se han planificado para esta competición alcanzan los 60 millones para cada uno de los cuatro semifinalistas, 80 en el caso de los dos finalistas, y 20 más para el ganador en concepto de campeón de la primera edición. Un jugoso premio que se obtiene después de jugar tres partidos de grupo, uno de octavos, otro de cuartos, la semifinal y la final. Siete encuentros, copiando el formato de la vieja Champions.
El otro título que dejaría dinero en las arcas blancas es la Supercopa de España, que se jugará la próxima semana en Arabia Saudí. Real Madrid y Barcelona se llevarán un pellizco de casi 5 millones de euros en caso de ser campeones, mientras la Federación ingresa 23,8 millones, y la empresa Kosmos, de Gerard Piqué, recibirá cuatro millones por su intermediación en la firma del contrato.
Así que el Real Madrid se juega mucho más que la gloria deportiva en el césped, con suculentos premios por conquistar dos competiciones en las que parte entre los favoritos para ser campeón y hacerse con el botín tras la final. En la planificación del club no se presupuesta ingresar más allá de los cuartos de Champions y del Mundial de Clubes, aunque en los despachos se sueña con la posibilidad de enfundarse esos 220 millones de euros que tan bien vendrían a las arcas blancas en estos tiempos de apreturas financieras por el desembolso en el Bernabéu.
