Dos décadas han pasado desde la disputa de la última Copa Intercontinental, que ganó el Oporto de José Morinho. Un título que nació en 1960 con la vocación de reconocer al mejor del mundo, algo a lo que se negó durante mucho tiempo la FIFA, la encargarda de resucitar un trofeo que si el Real Madrid quiere conquistar solo necesitará tumbar en la final a Pachuca (miércoles, 18:00 horas). Lo hará después de que Vinicius haya conquistado el premio The Best y Ancelotti el galardón al mejor entrenador. El equipo mexicano ha tenido que superar primero al Al-Ahly, campeón africano, y en semifinales al Botafogo, campeón de la Libertadores. Un título en bandeja de plata para los de Ancelotti, que puede superar a Miguel Muñoz como el entrenador más laureado en la historia del club, por delante de Miguel Muñoz. Ambos suman 14 conquistas.
La Intercontinental nació como mímesis del Mundial de selecciones en busca del mejor club del planeta. Una consideración formal para la que, hasta entonces, solo había juicios subjetivos como los que dejaban las giras de los equipos de Sudamérica en Europa. La idea original fue de Hendy Delauney, directivo francés que estuvo en la FIFA e impulsó la Eurocopa a través de la presidencia de la UEFA. Eran otros tiempos en el fútbol, que quedan demostrados en el palmarés de un título que se disputó entre 1960 y 2005, donde participaban los mejores equipos del año en Europa y América, territorios a los que después se integrarían la Concacaf (Norteamérica y Centroamérica), AFC (Asia), CAF (África) y OFC (Oceanía). El Real Madrid le ganó al Peñarol de Uruguay la edición inaugural, pero son los aurinegros los que dominan el palmarés del torneo.
Heysel
Hasta tres veces ha conquistado el conjunto charrúa la Intercontinental, los mismos que que el propio Real Madrid (1960, 1998 y 2002), Boca Juniors (1977, 2000, 2003) y sus archienemigos del Nacional de Montevideo (1971, 1980, 1988). Pero es Peñarol el líder de la tabla, por su balance de partidos -con cinco victorias, un empate y tres derrotas- el que encabeza el pabellón de honor. Es más, los equipos de la Conmebol (Sudamérica) tienen 22 títulos por los 21 de los representantes de la UEFA. En un principio, la Intercontinental se jugó a doble partido, un formato en el que el Atlético salió campeón en 1975 (aunque fue la edición de 1974), a pesar de perder la final de Heysel contra el Bayern, que renunció a la Intercontinental.
En los años 70, hasta cinco ganadores de la Copa de Europa renunciaron a disputar el torneo, bien por la «excesiva intensidad» con la que se empleaban los equipos latinoamericanos, bien bajo el argumento de la «inseguridad» que se había generado en el sur del continente americano, dominado por las dictaduras militares. Se llegaron a suspender las ediciones entre 1975 y 1978. El Atlético aprovechó la oportunidad y derrotó el 10 de abril en el Vicente Calderón al Independiente de Avellaneda argentino, que todavía hoy sigue siendo el equipo con más Libertadores (siete títulos, aunque el último data de 1984).
Luis Aragonés
Fue un desenlace mítico, con el feudo rojiblanco hasta la bandera, que llevó en volandas a un equipo dirigido por una leyenda como Luis Aragonés. Tuvo que remontar el 1-0 de la ida y lo consiguió con un tanto de Gárate y otro del Ratón Ayala. Tras el pitido final del chileno Robles, se desató la euforia y el capitán Adelardo, que recibió una placa por jugar 500 partidos, levantó el torneo al cielo de Madrid. A partir de los 80, la marca japonesa Toyota asumió el patrocinio y el país asiático la organización de un torneo que pasó a disputarse a partido único. Como el Atlético, el Real Madrid también se llevó el título de 1960 a doble partido, certificado en el Bernabéu ante 120.000 espectadores. Un contundente 5-1 del que se vengaría Peñarol en 1966.
Para los más jóvenes es impensable la racha que atravéso el Real Madrid durante 32 años en los que no ganó una sola Copa de Europa. La maldición se deshizo en 1998, con la Séptima ante la Juventus. El conjunto entrenado por Guus Hiddink superó al Vasco da Gama de Juninho Pernambucano (2-1) con un gol de Raúl y otro en propia de Nasa, tras un centro de Roberto Carlos. La siguiente Intercontinental fue en el 2000, a la que el Real Madrid llegó tras vencer en la Copa de Europa al Valencia, en la primera final entre dos equipos del mismo país. Fue contra el Boca de Martín Palermo, que anotó dos goles en seis minutos para llevarse el trono a Sudamérica.
Tras este intento frustrado, en 2022 el Real Madrid venció al Olimpia de Paraguay, el epílogo a la Novena con el gol de volea frente al Leverkusen. Ronaldo Nazario y Guti fueron los autores de los goles en Tokio. A partir de ahí empezó la tensión de los formatos, con el primer Campeonato Mundial de Clubes organizado por la FIFA, que no logró cuajar por motivos económicos. En 2005, la FIFA puso en marcha el Mundial de Clubes y se terminó la era de la Intercontinental, que la propia organización que dirige Infantino ha recuperado este año. ¿Por qué? Para ocupar, precisamente, el espacio que deja el nuevo Mundial de Clubes que se estrenará en verano de 2025 y que se disputará, como el Mundial de selecciones, cada cinco años.
La Copa Intercontinental ha tenido un cuadro desigual, que ha llevado al Real Madrid directamente a la final, en calidad de campeón de Europa. Por el otro lado del cuadro, el Al-Ain emiratí le ganó a Auckland City la eliminatoria África-Asia-Pacífico y después perdió frente al Al-Ahly egipcio la Copa África-Asia-Pacífico. Pachuca, campeón de la Liga de Campeones de la Concacaf, venció a Botafogo, que viajó a Qatar al poco de ganar la Libertadores en el llamado Derbi de las Américas. La semifinal de la que salió el rival del Real Madrid se resolvió en los penaltis, que dieron vencedores a los mexicanos frente al conjunto africano en la denominada Copa Challenger. Porque al estilo del rugby, todos los enfrentamientos han tenido un trofeo en juego.
La FIFA fijó la final en Doha (Qatar), en el mismo estadio de Lusail donde la Argentina de Messi superó a la Francia de Mbappé. Allí juega actualmente Joselu, exdelantero blanco que ha visitado a sus antiguos compañeros. El Real Madrid solo puede ganar el titulo ante un rival netamente inferior como el Pachuca mexicano, a pesar de todos los respetos que mostró Carlo Ancelotti en la previa a la final. Es el segundo título en juego del conjunto blanco esta temporada, después de la conquista de la Supercopa de Europa en agosto ante el Atalanta. En la pasada edición del Mundial de Clubes, al que sustituye la Intercontinental, fue de cinco millones, el mayor aliciente del partido, junto a la presencia o no de Mbappé. «Solo si no hay riegos jugará», explicó el italiano, que, si es capaz de alzarse con este título, superará a Miguel Muñoz como el más laureado en la historia del Real Madrid.